En los Tribunales hay un comentario reiterado una y otra vez: la supuesta renuncia del ministro de la Suprema Corte de Justicia mendocina Herman Salvini.
La versión circula a pesar de las negativas oficiales que también se hacen escuchar; el problema para confirmar o deshechar la especie es que los supremos acostumbran presentar su dimisión en mano al gobernador de turno y Alfredo Cornejo estuvo ausente de Mendoza hasta la siesta de ayer.
Hay quienes juran que un hijo del supremo admitió públicamente la decisión de su padre de alejarse de la función que desempeña desde enero de 1984. Aunque fuentes cercanas a Salvini dijeron ayer a Los Andes que no hay nada definido, pero que el magistrado está analizando la posibilidad de retirarse.
Salvini tiene 83 años y es el ministro de la Corte de mayor antigüedad en su cargo, arrancó unos días después de que asumiera Felipe Llaver la gobernación. El gobernador del retorno democrático fue quien lo postuló para el puesto.
Antes de llegar a la Corte, había sido juez. En 1973, el entonces gobierno peronista lo declaró “en comisión”, por lo que estuvo siete años sin ejercer como magistrado. En 1980 volvió a la Cuarta Cámara del Crimen.
En los últimos meses Salvini fue noticia, pero no por su tarea como juez. El 7 de julio fue internado en terapia intensiva de la Clínica de Cuyo por una úlcera gástrica sangrante. El lunes 11 fue dado de alta, pero apenas estuvo unas horas en su domicilio. El 12 de julio ya estaba otra vez internado.
Días después fue dado de alta, pero no volvió a su cargo. Está de licencia por enfermedad.
La versión de la renuncia fue alentada por la aparición en Tribunales, el miércoles, de Salvini, que estuvo reunido a puertas cerradas con el presidente de la Corte, Pedro Llorente, y el procurador, Alejandro Gullé.
Quienes avivan el rumor de la partida sostienen que en ese momento Salvini habría comunicado su decisión de presentar la renuncia al Gobernador, aunque también dicen que esa carta, que dicen ya fue escrita y firmada, no la llevará personalmente sino que seguirá un camino más institucional y será enviada desde la Corte a la Gobernación.
Oficialmente nadie confirmó esa versión. En Casa de Gobierno hay quienes admiten haber escuchado el rumor, pero aseguraban que no había papel alguno presentado.
Fue el subsecretario de Justicia, Marcelo D'Agostino, el que explicó el mecanismo usual: "No se trata de una renuncia cualquiera, no viene un juez de la Suprema Corte a presentar una nota por mesa de entradas. El supremo que renuncie viene al despacho del Gobernador, se toman un café, se plantea el tema y quien renuncia entrega en mano el texto".
La ausencia de Cornejo fue potenciando la versión y también las negaciones. El Gobernador el martes estuvo en Chile presionando para acelerar los trámites aduaneros en el paso internacional Cristo Redentor, el miércoles estuvo en Buenos Aires con varios trámites, entre ellos la firma de un convenio para reprogramar una deuda de $ 145 millones que la Provincia mantenía con la Nación por la construcción de la línea Comahue-Cuyo.
Ayer a la siesta Cornejo volvió a Mendoza y se esperaba ansiosamente que la especulada cumbre con Salvini se produjera. Pero nunca fue confirmada. Si la renuncia se produce, Cornejo tendrá en sus manos la designación del reemplazante.
