Que el teatro de Javier Daulte sea uno de los favoritos, a la hora de la selección de textos, de los directores mendocinos de una generación intermedia no es casualidad. Este actor, director y dramaturgo porteño representa, como otros que saltaron a la referencia obligada durante los '90, la posibilidad de un "decir escénico" que resuena en el ideario personal de esos creadores locales. Juan Comotti propuso "La escala humana" para la Comedia Municipal Cristóbal Arnold en 2005; en 2008 Sacha Barrera Oro se metió a construir una deliciosa versión de "Nunca estuviste tan adorable" para la Comedia Municipal de Godoy Cruz (que duró lo que esta puesta en cartel); Ariel Blasco, en 2013, craneó también para la comedia capitalina una mirada sobre "La felicidad", que resultó una de las mejores puestas de ese año.
Pero quizás hay más en esta elección que un puro gusto y afinidad de estos directores con el planteo dramático de Daulte. Es que el artista -como también Rafael Spregelburd, Daniel Veronese, Sergio Bizzio o Daniel Guebel- es uno de los que ha sabido atravesar el paradigma realista que imperaba hasta el '80 para proponernos una mirada, desde el escenario, más acorde a nuestros códigos y nuestro tiempo.
La mentada posmodernidad, y sus remanidas características, hacen pie en la obra de Javier Daulte; aunque ese quiebre paradigmático de época es aún más profundo en sus textos: como autor logra abandonar la pretensión de 'contar' una realidad determinada (simbólica, parafraseada, alusiva) para instalar al teatro nuevamente en la noción de 'juego'. No desde la perspectiva de la farsa, ni del realismo, sino desde un universo arbitrario, con sus propias y exclusivas reglas, que está más interesado en los procedimientos del juego que en sus resultados: cuestión de mecanismos, más que de mensajes a transmitir (nos viene a la cabeza la noción de 'máquinas' de Pompeyo Audivert).
Esa idea 'procedimental', que atraviesa al teatro pensado y escrito por Daulte, hace pie en el aparente disparate de sus tramas pero también en la exhibición en primer plano del montaje de la escena. Así, las obras de este autor se nos ofrecen como 'artefactos' que sólo pueden funcionar en la propia y fuerte convención entre espectador y creadores en los márgenes de la sala. Allí mismo, después del goce estético del visionado, es cuando los "temas" vienen a taladrarnos la cabeza.
Así funciona "Criminal (pequeña tragedia sobre una transferencia contratransferencial)", la obra que en el '95 le marcó el rumbo a Javier Daulte como dramaturgo además de actor y director.
Veinte años después de su estreno en el Payró, y de sus premios y traducciones en el mundo entero, esta pieza medio en clave de thriller o policial negro subirá a la escena de Cajamarca, dirigida por Hugo Yañez e interpretada por Débora Candito, Santiago Miranda,
Magali Aguilera y Hernán Iguácel.
"Criminal…" es un juego de espejos entre un matrimonio y sus respectivos psicoanalistas. Una maraña de intrigas y venganzas que juegan este dispositivo escénico del que hablábamos desde una perspectiva de comedia. Y, como hija de su tiempo audiovisual, la obra se traza con algunas lógicas heredadas del cine y la tevé.
Todo este procedimiento del que hablamos, aunque está a la vista en una especie de 'delirio controlado y extracotidiano' no implica complicaciones para el espectador sino puro disfrute. La trama propone eso: un matrimonio, y sus psicoanalistas, metidos en un conflicto de asesinatos a punto de perpetrarse.
Después, cuando ya vayamos camino a casa, surgirán los temas de esas subtramas que alientan las acciones: la homosexualidad, los espejos en los que mirarnos, la artificialidad del amor entre paciente y analista, la manía nacional de ver, como única solución a la angustia contemporánea, al psicoanálisis.
Lo teatral aquí, es "puramente" teatral y también un juego entre los límites del lenguaje. Sugestiva invitación.
Las coordenadas:
"Criminal (pequeña tragedia sobre una transferencia contratransferencial)", de Javier Daulte.
Con: Débora Candito, Santiago Miranda, Magali Aguilera, Hernán Iguácel.
Dirección: Hugo Yañez
Asistencia de Dirección: Cristián Bucci
Escenografía e Iluminación: Daniela Aparicio
Producción: Florencia Rios
Sala: Cajamarca (España 1767, Ciudad, Mendoza).
Días y horario: Viernes 5, a las 22 (repite, en el mismo horario y sala, viernes 12, 19 y 26 de junio).
Reservas: 4237828 - 155117621
Entrada: $50, general; $40, estudiantes (2x1 con Tarjeta Ciudad Universitaria).
