Lucas Fernández, el judicial acusado de abusar sexualmente de una menor de 12 años en El Carrizal, declaró ante la fiscal Valeria Bottini y su superior Oscar Sívori. En su declaración, el hombre de 30 años negó las acusaciones de las jóvenes y aseguró que "nunca tuvo relaciones sexuales" con las menores.
Según fuentes judiciales que dialogaron con Los Andes, el ex empleado de la fiscalía de Santa Rosa aseguró a las autoridades que había sido "engañado" por las jóvenes, alegando que él no sabía que tenían 12 años.
Una vez terminada su declaración, Fernández pidió audiencia para indagatoria.
Además, fuentes cercanas a la causa confirmaron que ayer el expediente ingresó al Juzgado de Garantías y que el próximo jueves 15 de febrero, a las 10 se realizará la audiencia de prisión preventiva donde Fernández es acusado de "abuso sexual con acceso carnal" en un hecho ya que fue encontrado con una de las niñas en la parte trasera de su auto.
Tras declarar, el acusado regresó al penal San Felipe, donde permanece preso desde el lunes 29 de enero.
Comenzó la compulsa penal
Fuentes vinculadas a la pesquisa aseguraron a Los Andes que la fiscalía sacó una compulsa al Juzgado Federal 2 debido a diferentes estupefacientes encontrados en la escena. Esta nueva investigación surge luego de que las pericias determinaran que a ambas menores les suministraron un cóctel de drogas conformado por cocaína, marihuana y alcohol.
Además, en la pesquisa salió a la luz que, en un momento, el detenido fue a comprar droga en presencia de las dos menores de edad.
Por otra parte, una de las dos niñas de 12 años dio positivo en un análisis de sífilis y la Justicia abrió una nueva causa para investigar abusos de larga data.
Según las pericias, se trata de la nena que no fue abusada por Fernández en su auto, sino la amiga, quien la acompañaba.
Esto abrió nuevos expedientes para saber en qué situación estas menores fueron abusadas, ya sea fuera o dentro del ámbito familiar o social en el que se movían y si alguna persona de sus entornos las llevaron a prostituirse en las calles de San Martín.