Matías Ferlaza, el jubilado de 77 años que había desaparecido el pasado viernes, fue encontrado muerto en el interior de una propiedad abandonada, dentro del perímetro de una finca, ubicada sobre el Callejón Castro al Norte del carril Retamo y a pocos kilómetros del distrito de Phillips.
Su cuerpo presentaba fuertes golpes, principalmente en la cabeza, lesiones que terminaron con su vida. Ahora personal de Científica determinará cuándo ocurrió el crimen, que habría sido cometido por varias personas, entre ellas un menor de 16 años, que hasta ahora es el único aprehendido.
El hallazgo, cerca de las 19, fue realizado por personal policial que venía realizando distintos operativos de rastrillajes en diferentes puntos de la extensa zona agrícola del Este mendocino, pero tomando como base los restos del Renault Clio que fue encontrado el sábado antes del mediodía, aunque recién a las 17 fue posible determinar la identidad de su conductor.
En ese momento la familia del anciano tomó conocimiento de su desaparición y denunció la desaparición de persona.
Según lo declarado por la ayudante fiscal Miriam Escudero, el cuerpo presentaba “varios golpes en la cabeza”.
También confirmó la detención de una persona, mientras que estimó “como probable” que el móvil haya sido el robo.
Junto al personal policial que llegó y prácticamente “invadió” el el lugar, también lo hicieron los jefes comunales de Junín y Rivadavia, Mario Abed y Ricardo Manzur, respectivamente.
Cerca de las 21, lo hizo el ministro del área, junto a otros jefes policiales, confirmado lo ocurrido.
Según trascendió el cuerpo del jubilado estaba sobre el piso de tierra, en medio de una gran mancha de sangre, producto de los golpes que recibió sobre su cabeza.
Versión confirmada
De acuerdo al relato de Juan Carlos, uno de los cuatro hijos de Matías que en la víspera le hiciera a Los Andes, su padre “bien podría haber levantado a alguien que hiciera dedo.
Era su costumbre”, aseguró, mientras la búsqueda se intensificara cerca de donde se encontraron los restos del vehículo.
Ahora esa versión parece confirmarse toda vez que, según algunas voces, el menor habría confiado que “haciendo dedo”, el anciano detuvo la marcha y los hizo subir.
El resto tiene mucho de especulación. Con la intención de apoderarse de los objetos de valor o dinero que podría llevar la víctima, lo golpearon dentro del auto.
Después lo llevaron hasta la finca donde fue encontrado el cuerpo, mientas que desandando algunos kilómetros prendieron fuego al rodado (al que primero le habrían sacado las ruedas), logrando que las llamas ocultaran todo tipo de manchas de sangre y también las huellas dactilares.
De todas las conjeturas previas, una de ellas, acerca luz a lo ocurrido. Alguien aseguró haber visto al hombre (con más de 40 años en la zona) que “iba en su auto, pero acompañado de otra persona”.
Ahora la causa quedó en manos de la Oficina Fiscal de Rivadavia.