Por Maxi Salgado - Editor de Más Deportes papel - msalgado@losandes.com.ar
En una semana en la que Godoy Cruz consiguió, por primera vez, su cuarto triunfo consecutivo en los torneos de AFA y la Lepra se sacó la mufa cantando victoria tras nueve partidos, el fútbol del interior ha iniciado un proceso de revolución que asoma como interesante. En los últimos dos años, la política de la AFA se movió en turbulentas y torrentosas aguas y en ellas navegó el vacío de conducción que tuvo el Consejo Federal.
Con la llegada de Luis Segura se le pidió la renuncia a Gustavo Cereza (hombre de confianza de Don Julio), se nombró a Roberto Fernández y lo sucedió el sanjuanino Alfredo Derito, quien tuvo mucha resistencia y terminó yéndose. Llegó entonces la figura de Pablo Toviggino (37 años), quien asoma -por estas horas- como un revolucionario.
Avisos de revolución
El dirigente santiagueño llegó esta semana a Mendoza para exponer sus ideas sobre la nueva forma de disputa que habrá en los torneos de ascenso del interior del país.
“Pensamos en ocho delegaciones regionales, con ascensos y descensos entre el B y el C. La idea es que cada zona del B esté integrada por 16 equipos de forma estable y que de allí clasifiquen a las instancias finales para definir ascensos del B al A”, destaca con entusiasmo. Porque su propuesta tiene el respaldo de una gran mayoría de los popes provinciales.
Al jugar por zonas la mayor parte del campeonato, tendrán los clubes un respiro económico. Recién en las etapas finales, solo habrá cruces con otras regiones. Y ese esquema servirá también para regularizar los torneos de las Ligas. Un reclamo que se va multiplicando en los distintos rincones de nuestro extenso país.
Por lo pronto, lo que ya es un hecho es que este año habrá más ascenso del Federal C al Federal B. Una buena noticia para los que siguen en carrera.
En el caso de Mendoza, Rodeo del Medio, Guaymallén, La Libertad de Rivadavia, Iriarte El Zampal (Tupungato), Sport Club Tunuyán, Monte Comán y los alvearenses Andes y Ferro.
“Si tenemos que jugar por ahora un grupo con 10 o 12 equipos, lo haremos. Pero la idea es llegar al número de 16 lo antes posible. Y sin invitaciones. Es una historia cerrada”, cuenta Pablo Toviggino.
Este último punto es muy importante. Porque las invitaciones ya se habían convertido en una costumbre que le permitía a los clubes no trabajar seriamente.
En cuanto a la diferencia económica que hay entre la Primera B Metropolitana y el Federal A, aseguró que se buscará convencer a los sponsors de que el Interior tiene un producto muy atractivo. Hay que recordar que hoy la B Metropolitana recibe plata de la televisación.
Por otra parte, se aseguró que las Ligas recibirán ayuda económica, la misma será de acuerdo a varios aspectos: la cantidad de clubes afiliados y la relevancia de la misma en función a la divisional en la que compitan sus clubes.
Mendoza, plaza atractiva
En este caso, nuestra provincia está entre las que más recibirían ese apoyo económico. Es que hoy, con 30 equipos afiliados, es una de las plazas más numerosa. En paralelo, la Liga Mendocina vivirá mañana una jornada que promete ser histórica. Es que, después de mucho tiempo, dos candidatos pugnarán por quedarse con la presidencia de la institución y ambos tienen perfiles opuestos.
Ellos son Carlos Suraci que apuesta por la continuidad de lo que venía realizando con la ampliación de las competencias, además proyecta que la entidad tenga una cancha propia. Cuenta con el aval de la dirigencia nacional (no es casualidad que la gente del Consejo haya venido esta semana a Mendoza), aunque públicamente ha manifestado coincidir más con Marcelo Tinelli que con Luis Segura, candidatos a presidir la AFA.
El otro aspirante es Héctor Campos que asegura que hay muchas inconsistencias en la gestión que se termina (Suraci) y pretende enterrar la dependencia que el fútbol tiene de los dineros públicos. Para ello, apostará a buscar el sponsoreo privado. Algo similar a lo que se impulsa desde AFA.
En todos los casos los clubes tendrán la última palabra, pero tener la oportunidad de elegir ya es un paso gigante. Y demuestra que, más allá de lo que muchos piensan, el fútbol vernáculo sigue estando de pie y tienen mucho para seguir dando.