El fiscal que investiga al intendente de la ciudad puntana de La Calera, Diego Lorenzetti, por el crimen de su esposa, aseguró que en el expediente hay pruebas surgidas de mensajes de texto y entrecruzamientos telefónicos que llevaron a su arresto e indagatoria como sospechoso.
"Esa es la prueba fundamental que justifica la decisión de la magistrada de detener e imputar al intendente de La Calera por el asesinato por encargo de su esposa, Romina Aguilar", afirmó el fiscal Esteban Roche en declaraciones a la prensa.
Para el representante del ministerio público muchas de las pruebas que llevaron a la jueza puntana Virginia Palacios a pedir la detención del intendente surgieron del análisis de los teléfonos y consideró que el asesinato tuvo un móvil específico , "lo que se desprende de la transcripción de mensajes de texto entre los integrantes de la pareja".
Por su parte, el abogado de Lorenzetti puso en duda lo actuado hasta el momento, puntualmente los dichos del brasileño detenido como presunto partícipe del crimen de Aguilar, Ediverto de Oliveira Pereira, quien dijo que actuó por encargo del intendente. El defensor Rafael Berruezo informó que Pereira tiene pedido de captura de Brasil por otro homicidio, lo que consideró que debilita la veracidad de su declaración y abre conjeturas sobre los motivos de su presentación ante la Justicia.
Para el letrado, la acusación contra el intendente "es armada, no es espontánea, es muy rara y demuestra que el detenido esta muy bien asesorado y trató de ubicarse en una situación procesal más favorable porque está acorralado". El abogado dijo además que le llama la atención que no aparezca el hombre que estaba con el brasileño y ejecutó el crimen al disparar contra Aguilar desde una moto.
Ese hombre, aún prófugo aunque con pedido de captura, fue identificado como 'El bocón' o 'El boconeta' Vilchez, quien según los voceros es adicto a las drogas, tiene antecedentes delictivos y tiene un familiar que conocería a Lorenzetti y habría actuado como nexo para encargarles el asesinato. Si bien inicialmente el brasileño detenido dijo al declarar ante la Justicia que Vilchez fue quien disparó contra Aguilar con fines de robo, luego se desdijo y afirmó que se había tratado de un crimen encargado por el intendente.
Por tal motivo, el defensor de Lorenzetti desacreditó su verosimilitud, al tiempo que acusó a los investigadores de filtrar información a la prensa. Además del letrado, los propios familiares de la mujer asesinada y vecinos no creen en la acusación contra el intendente, a quien creen incapaz de haber encargado el crimen. Aguilar fue asesinada el 30 de enero, alrededor de las 6.40, en la puerta de la casa 1 manzana 78 del barrio Faecap, en el norte de la capital puntana, donde vivía con su esposo y sus dos hijos.
La mujer sacó su camioneta Renault Duster negra para viajar a La Calera cuando fue sorprendida por dos hombres armados que circulaban en una moto, quienes la tiraron al piso arrastrándola varios metros y le dispararon dos balazos calibre .45 que le ocasionaron la muerte. Antes de ser detenido, Lorenzetti había participado con sus hijos de una marcha en La Calera para reclamar "Justicia para Romina", al cumplirse un mes de su asesinato.