En tiempos de comidas rápidas y gustos uniformados, el INTA de General Alvear invita a volver a la cocina para recorrer las recetas tradicionales que los inmigrantes trajeron en los inicios del siglo XX a nuestras tierras.
“Saboreando nuestra historia, recetario de comidas ucraniana”, se titula el libro que ha visto la luz en su formato digital y que pronto llegará a las manos de la comunidad en su versión impresa. El trabajo de campo y sistematización comenzó en el 2012 y estuvo a cargo de la Ingeniera Carla Chiandussi de la Agencia de Extensión Rural del INTA alvearense y de María López del Museo Salvador Calafat.
“Como la comunidad ucraniana está tan presente hoy en nuestro departamento la idea fue comenzar a sistematizar esas recetas que circulan de boca en boca” dice Carla en el inicio de la charla.
Dicen que la boca es una de las puertas del alma, o sea que comer excede el acto nutricional. Hay algo de sagrado, hay algo de misa en una mesa compartida. "El libro se enmarca en el programa Pro Huerta del INTA cuyos objetivos básicos son el acceso y la soberanía alimentaria. Esto es que los pueblos decidan cómo y con qué alimentarse" afirma Carla Chiandussi.
Basilio Miszczuk y Sofía Progranisky son los protagonistas de las historias y las recetas que recorren las 62 páginas del libro. Hija de inmigrantes ucranianos Sofía nació en 1936 ya en la Colonia Rusa de Alvear.
“Sofía se levanta muy temprano y desde la 9 de la mañana ya empieza a cocinar para la familia. El pan casero, la manteca, la crema, la leche, todo es producto de su chacra. Estuvimos cocinando con ellos cada una de las comidas y después nos sentamos a comer con las familias generando un vínculo muy lindo” agrega la ingeniera del INTA.
De la mano de Sofía se recorren los detalles y secretos de comidas típicas de la colectividad como Varényky, Borscht, Golopchi, Pirushke, Korovai y Grim entre otros.
A la hora de elegir su comida preferida Sofía no duda en señalar al Varényky, que sin dudas es la más popular por lo económico de su preparación. Lleva harina, papa, cebolla, ricota, panceta y repollo. Además de formar parte de las 12 comidas que se preparan para las festividades religiosas como la Navidad.
“Lo que rescatamos de sus trabajos en las fincas no es sólo la eficiencia en la producción sino la capacidad de cultivar alimentos para su familia. Hoy la mayoría de las personas no sabe de dónde sale lo que come, en cambio ellos elijen que comer y lo producen" resalta Carla con respecto a la labor que desarrollan muchas familias agricultoras en Alvear. Para aquellos que quieran recorrer la historia y las recetas del libro lo pueden encontrar en la página de Facebook "INTA Rama Caída", o en la de "Pro Huerta Mendoza".