La noticia a esta altura no sorprende, pero sí causa demasiada indignación. Una vez más, la dirigencia de la Liga Mendocina de Fútbol cometió una gran contradicción que termina perjudicando directamente a uno de sus clubes.
En este caso, el damnificado es Boca Juniors de Bermejo, que cuando ya celebraba a cuenta su permanencia en el círculo privilegiado del fútbol local, en un abrir y cerrar de ojos, deberá revalidar la categoría en un encuentro desempate ante Municipal Godoy Cruz, que se disputará el próximo domingo a las 16 en cancha de Andes Talleres (arbitraje de Matías Ferreyra).
El Tribunal de Penas de la Liga Mendocina determinó el miércoles dar por finalizado el encuentro suspendido entre Lavalle y Boca que un día antes había sido suspendido por el juez Paolo Conte debido a que a los 39’ del ST, el asistente Calderón fue agredido con un botellazo que impactó en su ceja.
El organismo no midió con la misma vara que los últimos antecedentes (ver aparte). El año pasado, ante una idéntica situación en la última fecha del Torneo Clausura 2016 Chacras y Maipú igualaban 0-0 cuando el asistente Espín fue agredido con agua caliente. Los puntos fueron para el Cruzado y el Albiazul descendió a la B.
Otra incoherencia del reglamento es que para los puestos de arriba, el campeón, se dirimió por diferencia de gol en favor del CEC, mientras que para los puestos de abajo habrá que jugar un desempate.
