"Lo que le ha ocurrido es un golpe simbólico al patrimonio, a la historia de Francia. La historia de la nación se ha escrito en ese edificio día a día", dijo al ser consultado el historiador Jean-Michel Leniaud, presidente científico del Institut du Patrimoine.
Se refería, claro al incendio que el lunes pasado destruyó buena parte del techo de Notre Dame, la emblemática catedral de París. También fue un cachetazo al patrimonio cultural mundial. Por eso cientos de personajes, políticos, empresas y jefes de Estado ofrecieron su ayuda para la reconstrucción, tarea que, según el presidente francés Emmanuel Macron, demorará unos cinco años al menos.
Sin embargo, especialistas dijeron que los trabajos tardaría
n "no menos de 10 o 20 años". Al margen del nivel de exactitud que tendrá la "nueva Notre Dame" (especialistas afirman que "será un monumento distinto"), se estima que el costo de la restauración ascenderá a 450 millones de euros.
Desde Chile, Sebastián Piñera ofreció cobre y madera para la reparación. El país trasandino es el principal productor mundial de cobre, con cerca de seis millones de toneladas anuales de ese metal, y cobija también una pujante industria maderera.
El ofrecimiento de Piñera fue valorado positivamente por Macron. Las autoridades galas decidirán cómo y cuándo se concretará la donación. Aunque no precisó un monto, la multinacional estadounidense Apple se comprometió a donar dinero. Las mayores fortunas de Francia prometieron también ayudar financieramente.
La familia de Bernard Arnault, la mayor fortuna de Francia y propietaria del grupo del lujo LVMH, ofreció 200 millones de euros, mientras que los Bettencourt-Meyers, dueños de L'Oréal, pondrán otros 200.
En un nivel algo inferior, los Bouygues o los Decaux, que dan nombre a sendos grupos de telecomunicaciones y mobiliario urbano, se comprometieron a poner de sus bolsillos 10 y 20 millones respectivamente. La petrolera Total, otros cien millones. Hasta la Casa Blanca se ofreció a brindar su aporte para la reparación de la catedral.
Causas
Los investigadores de la policía de París creen que un corto circuito habría sido la causa más probable del incendio. Tras el siniestro, los frágiles muros de la catedral fueron reforzados con tablones de madera por miedo a que se derrumben. Notre Dame, que data del siglo XII, estuvo en riesgo de calcinarse hasta los cimientos antes de que los equipos de emergencia evitaran que el fuego se extendiera a los campanarios.
Los bomberos también rescataron muchas de las importantes reliquias y obras de arte en el interior de la catedral. "Hemos visto ante nuestros ojos las cosas correctas perfectamente organizadas en unos cuantos instantes, con responsabilidad, valentía, solidaridad y organización meticulosa", elogió Macron. "Se evitó lo peor", agregó.
Reliquias
Horas después del incendio que los bomberos pudieron extinguir luego de 12 horas, el vicealcalde de París, Emmanuel Gregoire, expresó "el enorme alivio" de las autoridades ante el buen estado de varias de las reliquias, como la Corona de Cristo, que fueron trasladadas a "una ubicación secreta".
La corona es considerada la reliquia más sagrada de Notre Dame. Fue traída a París por el rey Luis IX en el siglo XIII y se dice que fue colocada en la cabeza de Jesús durante la crucifixión. También se salvó la túnica de San Luis, una prenda larga, similar a una camisa del siglo XIII.
El ministro de cultura de Francia aseguró que "los más preciados" tesoros de la catedral quedaron a salvo. La mayoría de las obras de arte fueron trasladadas al Museo de Louvre, donde se deshumidificarán, protegerán y restaurarán.
Las estatuas religiosas que se habían retirado la semana anterior del tejado estaban dentro de las obras de restauración y lograron salvarse de las llamas.
Las imágenes de cobre de tres metros de alto, que representan a los 12 apóstoles y a los cuatro evangelistas y que observaban la ciudad desde el punto más alto de Notre Dame, a 96 metros, fueron enviadas al sur de Francia como parte de las obras de renovación de la aguja, que fue destruida por las llamas. Los trabajos estaban valorados en seis millones de euros.