Un grupo de presos del penal de Boulogne Sur Mer protagonizó una revuelta de más de dos horas arriba de los techos, reclamando beneficios, principalmente para internos mayores de 60 años y para quienes están próximos a cumplir sus condenas. Esto frente a la pandemia del coronavirus y a los riesgos de contraer la enfermedad en la cárcel.
El primer objetivo que se pusieron los detenidos que se manifestaron, unos 150 y de al menos dos pabellones, era revisar la situación de alojamiento de los más grande, que frente a su edad entran en el grupo de riesgo ante el Covid-19.
También hicieron hincapié en aquellas personas que están cerca de cumplir sus penas, para que reciban una morigeración o accedan al arresto domiciliario.
Al lugar de conflicto llegó Eduardo Orellana, el director del Servicio Penitenciario, quien manifestó que desde este martes junto a los jueces con competencia penal analizarán qué internos están en condiciones de ir a domiciliaria por su edad, condiciones de salud o enfermedades preexistentes y aquellos que puedan llegar a estos beneficios porque están condenados por delitos no tan graves y próximos a salir en libertad.
Finalmente, cerca de las 20 los internos se conformaron con la negociación y los cabecillas de cada pabellón dieron la señal de bajarse de los techos. El conflicto culminó sin heridos y quedaron a la espera de las novedades que se puedan producir a partir de esta tarde, cuando los jueces empiecen a revisar nuevos casos.