El hospital Saporiti de Rivadavia tiene su mamógrafo

Era un viejo reclamo que se reavivó gracias a una campaña sobre cáncer de mama. La comuna puso el dinero y donó el aparato a la cooperadora.

El hospital Saporiti de Rivadavia tiene su mamógrafo
El hospital Saporiti de Rivadavia tiene su mamógrafo

Después de años de reclamos, el hospital Saporiti de Rivadavia tiene su propio mamógrafo, equipo que fue comprado por el municipio y donado a la cooperadora de ese nosocomio, que contribuirá al trabajo de prevención en la lucha contra el cáncer de mama.

A partir de su instalación y puesta en funcionamiento, tarea que va a demandar unos 60 días, aquellas mujeres que quieran hacerse un control de sus mamas en una dependencia pública ya no tendrán que recurrir a los hospitales de San Martín o Santa Rosa, como ocurre actualmente.

“Desde 2004 venimos luchando por un mamógrafo para el Saporiti pero en 2008 el Ministerio de Salud nos informó que, dadas las estadísticas de la región, las mujeres de Rivadavia podíamos atendernos en el Perrupato de San Martín, que tiene capacidad ociosa”, explicó Silvia Baigorria, presidenta de la cooperadora del hospital de Rivadavia.

"Ésa fue la última información oficial sobre el asunto, pero la verdad es que las mujeres de este departamento merecemos tener un equipo más cerca, especialmente aquellas que no tienen la posibilidad de atenderse en una clínica privada”, agregó.

En Rivadavia hay cerca de 12.000 mujeres de entre 35 y 65 años, que son a quienes la Organización Mundial de la Salud aconseja hacerse un control mamario anual, pero lo cierto es que apenas 15% de ellas se realiza el estudio y el gran problema es la falta de información y de concientización.

“Apenas un 15% de las mujeres se hacen una mamografía y es un valor peligrosamente bajo. El cáncer de mama no se puede prevenir y entonces lo importante es detectarlo a tiempo para poder tratarlo”, comentó Mauricio Morello, que luego de que su esposa Verónica (42) falleciera en marzo, víctima de cáncer de mama, decidió armar una fundación para trabajar en la concientización de esta enfermedad y en la contención de aquellas que la padecen.

El trabajo de Morello y de su familia, junto a la tarea de la cooperadora del Saporiti, volvió a poner sobre el tapete la necesidad de contar con un mamógrafo en el hospital público de Rivadavia, y quien terminó por recoger el guante fue el municipio, que pagó los $ 560.000 que sale el equipo.

“Lo compramos porque nos parece que es un aparato muy necesario y lo donamos a la cooperadora, que a su vez lo entregó en comodato al hospital”, explicó el intendente Mansur, que aseguró que la comuna no buscará que el Ministerio de Salud le devuelva el dinero: “Es un aporte nuestro a la salud del departamento”, dijo.

El equipo ya está en el hospital, pero todavía queda por encontrar un lugar donde instalarlo. “Tenemos que construirle una sala especial, según las indicaciones del fabricante”, explicó Daniel Chávez, director del Saporiti: “Ya hemos iniciado el expediente para esa obra y hay dos empresas interesadas en la construcción, por lo que creemos que va a andar todo rápido”.

Hasta hoy, las mujeres que quieren hacerse una mamografía deben sacar un turno y los viernes, el Saporiti las lleva en colectivo hasta el hospital de Santa Rosa, donde se realizan el estudio y tienen el resultado en una semana. “Con un mamógrafo en Rivadavia vamos a mejorar las estadísticas”, cerraron desde la cooperadora.

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