Tenía que ser una noche de fiesta, que hiciera olvidar las malas noticias de 2016. Pero 10 minutos después de su llegada al Reina, la discoteca más elitista de Estambul, Sefa Boydas huía del caos y la muerte sembrada por un atacante disfrazado de Papá Noel.
"Justo en el momento en que nos instalábamos cerca de la entrada, hubo mucho polvo y humo. Sonaron disparos", explica este futbolista profesional, que juega en el modesto equipo de Beylerbeyi de Estambul, de la tercera división turca.
Era la 01.15 del domingo, un hombre, que acababa de matar a un policía y un civil delante de la entrada, abrió fuego contra centenares de personas que celebraban Fin de Año en la discoteca. Según las autoridades, 39 personas murieron, entre ellas al menos 16 extranjeros.
"Probablemente hay más (muertos), porque a medida que yo avanzaba, algunas personas pisoteaban a otras", describe Sefa Boydas, que llegó al Reina con dos amigas.
La escena que describe refleja el pánico que cundió entre los presentes, de los cuales muchos saltaron al Bósforo para escapar de las balas.
Al escuchar los disparos, "muchas chicas se desmayaron", asegura.
Fue el caso de una de sus amigas. "Me la cargué en la espalda y empecé a correr inmediatamente".
"No sé cómo logré huir", afirma. "En momentos así, uno no espera. Los tiros se oían a la izquierda, por lo que corrimos directos hacia la derecha".
"Seguramente unas 50 personas lograron huir de esta manera", estima, todavía conmocionado.
La policía llegó rápidamente, pero "no pudo hacerse con el control de la situación de forma inmediata, (porque) no sabía quién era (el atacante). Todos éramos sospechosos", cuenta.
Las autoridades hablaron de un "terrorista" pero varios medios turcos se refirieron a "al menos" un atacante disfrazado de Papá Noel. Según el ministro turco del Interior, Suleyman Soylu, la policía sigue buscando al asaltante.
Irónicamente, el futbolista no quería ir al Reina, porque temía "una pelea, alguna cosa, una bomba". Turquía sufrió el año pasado varios atentados, muchos de ellos en lugares frecuentados por turistas, como este club nocturno.
"¡Eso no puede ocurrir en un lugar como el Reina!", le dijo un amigo. Al final, se dejó convencer. Pero "tuve un presentimiento...", asegura.