El homicidio de un hombre en Tunuyán terminó sin culpables

Sergio Villarreal estaba imputado por el crimen de Valerio Damián Guerra, ocurrido en agosto de 2014.

El homicidio de un hombre en Tunuyán terminó sin culpables

Tras dos semanas de debate, ayer quedó libre por el beneficio de la duda un sujeto imputado por el asesinato de un hombre de 67 años ocurrido en 2014 en Tunuyán.

La Séptima Cámara del Crimen consideró que no había elementos suficientes para condenar a Sergio Villarreal Forconi (24), quien había llegado a debate con dos acusaciones muy severas: homicidio y robo (en grado de tentativa) doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por la participación de un menor de 18 años.

Lo mismo consideró el fiscal de Cámara, Fernando Giunta, después de escuchar a alrededor de cuarenta testigos que poco y nada aportaron al debate.

En cambio, la abogada querellante Lorena Martín (representante de la víctima fatal, Valerio Damián Guerra)  había pedido que a Villarreal lo condenaran a 50 años de cárcel por el crimen y el robo.

Villarreal llegó acusado de la muerte de Guerra ya que a ambos se los vinculaba sentimentalmente con una chica de 13 años.

Supuestamente, el 28 de agosto de 2014, cuando Guerra fue asesinado, el sospechoso iba a robarle dinero mientras la víctima fatal se reunía con la menor en Francisco Delgado, de Tunuyán. Pero el robo no se concretó aunque sí la muerte.

De las declaraciones durante el debate, se desprendieron importantes confesiones.

La menor involucrada (hoy tiene 15 años) negó tener vinculación alguna con Guerra ni Villarreal. En tanto, este último cuando le llegó el turno de declarar dijo que “era inocente y que estaba en Las Heras” cuando ocurrió el crimen. La defensa presentó tres testigos que corroboraron esos dichos.

Una falencia que se evidenció durante el debate es que las primeras declaraciones no fueron tomadas por autoridades judiciales sino por policías de Tunuyán (esto porque en el Valle de Uco aún funciona el Código Penal antiguo).

Entonces, cuando esos mismos testigos se sentaron frente al Tribunal se desdijeron. Pero como las declaraciones hechas ante la policía no tienen validez frente a una Cámara de jueces entonces no se pudieron contraponer las declaraciones de los testigos. “Todos cambiaron sus versiones”, dijeron.

La investigación fue instruida por el juez de Instrucción Oscar Balmes. 

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA