24 de marzo de 2003. Esa mañana, a Pancho Navarro le llegó a su casa de Queens un gigantesco ramo de flores. La tarjeta decía en inglés: "Gracias a vos esto no hubiera sido posible" y la firmaba el compositor neoyorquino Elliot Goldenthal.
La noche anterior, la banda de sonido que compuso para el filme "Frida", de Julie Taymor, había obtenido un Oscar y Navarro formó parte del grupo de instrumentistas que ya estaba orgulloso por haber ganado también un Golden Globe dos meses atrás. Aunque ya había grabado música para otros filmes, como "Los reyes del mambo", era la primera vez que su nombre aparecería impreso en los créditos finales del film.
Viniendo de quien lo enviaba, uno de los compositores de las partituras de 32 largometrajes y cuatro nominaciones a los premios de la academia de Hollywood, Francisco, con 59 años y 19 en New York, recién tomó en cuenta que estaba experimentando otros de los momentos cruciales de su carrera.
Nada mal para quien pasó la primera infancia en el distrito La Consulta y que con su oficio de guitarrero amateur y su hechizante enamoramiento a las cuerdas, llegó a convertirse en un maestro del instrumento.
¡Cuántos años habían pasado desde que su madre, un policía guitarrero, le había regalado de adolescente su primera guitarra criolla! Por delante le tocaba aprender tango y folclore cuyano, aprender partituras de Andrés Segovia, Paco de Lucía, Los Romeros, Bach, Julio De Caro, Agustín Barrio, Joaquín Turina, Joaquín Turina Pérez, sus maestros, sus influencias.
Ya en ese tiempo recurría al sueño de viajar a New York, ciudad que él consideraba una de las capitales mundiales de la música. Y así lo hizo, en los 80, con su esposa y sus cuatro hijos, luego de probar escenarios por Chile y México.
Al hablar con él, Navarro no puede impedir interpretar el rol de maestro, en el que se entrelaza su experiencia en los miles de escenarios, los estudios de grabación y su conocimiento enciclopédico, entrelazando los géneros regionales y los clásicos.
- ¿Qué lo trae de vuelta casi todos los años a Mendoza?
Francisco Navarro: -Vuelvo a ver a mi familia, a mi hermano Miguel. Cuando llegué a principio de marzo, él me recibió en el aeropuerto tocándome una tonada de bienvenida mientras recogía mi equipaje. Mis hijos están viviendo en Estados Unidos y cada vez que vuelvo, siempre acá alguien me busca y aunque vengo de vacaciones, siempre termino tocando en algún escenario.
De hecho, anoche, Pancho actuó en "Donde duerme la luna", con Los del Solar y Armando Navarro y es uno de los invitados especiales para el Festival de Música Clásica Por los Caminos del Vino para un concierto solista agendado para el próximo martes (ver "Presentación en vivo").
- ¿Qué tiene preparado para su recital?
- Hay un repertorio popular, tanto para quienes están aprendiendo a estudiar la guitarra, los repertorios de estudio, como para el público amante del folclore, el tango y la música académica.
Arranco con "Fandanguillo", de Joaquín Turina, y obras de Agustín Barrios, Andrés Segovia, el gran maestro de todos los guitarristas. También hay tangos, como "Amurado", "Boedo", otro de los próceres argentinos de la música, así como el famoso "Estudio No. 7, de Rubira", también conocido como "Romanza".
Tampoco hay que olvidarse de mi admirado Tito Francia, a quien considero otros de mis maestros de la vida. En realidad, considero que toda la música la vivo como clásica, toque Bach o Tito Francia. Hay genios en cada género, no importa
- ¿Y también estarán los compositores clásicos?
- Totalmente. "Claro de luna" y el "Minueto N 5" de Beethoven. También Bach, con su conocido "Preludio en Re Menor", escrito para laúd y "Minueto en La Mayor", que Johann Sebastian le escribió para su esposa. En el mismo programa hay además obras del venezolano Antonio Lauro, un gran compositor y voy a tocar tres valses y después piezas de la magnífica obra"La Catedral", de Agustín Barrio, de 1921.
- ¿Hay diferencias entre el vals de América Latina y los de Europa?
- Creo que no hay ninguna diferencia. Cuando fuimos de alguna manera conquistados por los europeos, llegaron poetas y escritores y se nos pegaron cosas de Europa, por ejemplo, el vals de Viena de los principales salones europeos, una forma musical que venía de Chopin, Mozart, Strauss, la forma de 3x4 o 6x8, toda nuestra cultura de Latinoamérica absorbió esta música y emergieron grandes compositores de valses como Heitor Villa-Lobos, de Brasil y Agustín Barrios, que tiene una gran cantidad, uno más bonito que otro.
La diferencia es la costumbre de adaptarse a diferentes ambientes. Es como la jerga regional. Como las diferencias de la lengua. Un tinto es un café en Colombia y acá es un vaso de vino.
- ¿Cómo fue la grabación de "Frida"?
- Ha sido con el maestro Elliot Goldenthal en el que más dediqué tiempo de grabación para una película. La banda de sonido de "Frida" fue compleja y nos encerrábamos varias noches en su estudio de grabación en Manhattan. Éramos 15 instrumentistas, porque la idea del Elliot era fusionar música mexicana, del Caribe, mezclar temas clásicos y darle versiones más contemporáneas. Fue un gran trabajo.
- Más allá de la guitarra, ¿ha estudiado otros instrumentos?
- Cerca de los 20 años estudié piano en Mendoza, con la profesora Margarita Olivera, que siempre le guardo un gran recuerdo. Pero la guitarra es un ente especial para mí. Siento que es algo lleno de vida y siempre quiero sacarle lo mejor que tiene.
Tengo varias guitarras que tienen incluso un nombre, es que prácticamente duermo con ellas. El alma musical que posee la madera es muy intensa para mí, teniendo en cuenta que por ejemplo, se serrucha un nogal para convertirse en un instrumento.
Después de una intensa carrera de más de 40 años, recién en 2007, Francisco "Pancho" Navarro, publicó "Sweet Guitar", su primer álbum, con temas de América Latina, de Cuyo y del Río de la Plata, como "Boedo", "Vals criollo", "Manha de carnaval", "Pájaro campana", "Alma de nogal", con compositores vitales para Navarro como José Alfredo Jiménez, Julio de Caro, del paraguayo Agustín Barrios Mangoré y varias propias. Un lujo.
Las entradas
Como es habitual, se repartirán dos entradas por cada caja de leche en polvo de 800 gramos que se destinará al Banco de Alimentos en la recepción del edificio de la Secretaría de Cultura (España y Gutiérrez).
Los horarios son: de lunes a sábado 10 a 13 y de 16 a 19 horas y los domingos, de 10 a 13 horas, hasta agotar la cantidad limitada de entradas.
En vivo
Francisco Navarro actuará en el marco del 16 Festival de Música Clásica Por los Caminos del Vino, el martes 22, a las 20, en Casa Museo Municipal "Molina Pico" (Paroisiens 747, Guaymallén).
Programación
Sábado 19 . A las 12, en Bodega O. Fournier (Calle Los Indios s/n, San Carlos): Vocal 1500, música antigua. Mariana Ruiz Díaz, Mariana Ledda, sopranos; Mario Masera, contratenor, clave y órgano; Horacio Colombo, tenor; Matías Laiseca, guitarra barroca. A las 18, en Bodega Dante Robino (Quintana 375 Perdriel, Luján) : Cuarteto Arcos: José Fernandes Pereira Neto, violín I; Magdalena Scattolini, violín II; Mauro Marquet, viola; Leandra Velázquez, violoncello.
A las 19, en Albergue Raúl Alfonsín (20 de Junio y Osvaldo Pinto, La Paz): S4E, Cuarteto de Saxofones: Adriana Isabel Figueroa Mañas, saxofón soprano; Mónica Restom, saxofón alto; Pablo Gastón Secchi, saxofón tenor; Guillermo Pereyra, saxofón barítono. A las 21.30, en Teatro Independencia (Chile y Espejo): Orquesta Filarmónica de Mendoza, con el director invitado Evandro Matté (Brasil) y la solista invitada Isabel Siewers, en guitarra (Uruguay).
Domingo 20. A las 16, en la Reserva Natural de Villavicencio: Coro de Cámara UNCuyo, con la dirección de Víctor Armendáriz y Quinteto Escolaso, dirigido por Esteban Calderón. En caso de lluvia se suspende.
Lunes 21. A las 18, en Archivo General de la Provincia (Sargento Cabral 10, esquina Belgrano): Dúo de Guitarras Víctor Garay - Federico Tomba.
A las 20.30, en ECA (9 de Julio y Gutiérrez): Zeffiro, música barroca, Lucas Ramallo, flauta barroca; Susana Venditti, oboe barroco; José Luis Di Marco, violoncello barroco; músico invitado Gloria López Sandman, mezzosoprano.