Eduardo Grünberg, de 59 años, sobrevuela las amplias planicies desiertas del continente antártico, apunta y dispara. Viaja en helicóptero con su cámara en mano mientras se bambolea cuando las ráfagas de viento impactan contra uno de los costados de su nave. Para él, es un típico día en la oficina.
Eduardo se define como expedicionario y documentalista. Es fotógrafo profesional hace 45 años especializado en fotografía antártica aéra en helicóptero, náutica y de polo. Su último trabajo de relevancia: fotografió a la reina Máxima de Holanda y a su primer ministro cuando fue la cumbre del G20.
Hoy lleva sacadas más de 85 mil fotos del continente antártico y tiene 400 videos realizados en la superficie helada del fin del mundo. Esta es parte de la historia que contó a Los Andes.
Sus inicios
Se inició en el mundo de la fotografía profesional a los 14 años aunque a los 7 años ya tenía su propia cámara. "Con los ahorros que me daban mis padres todas las semanas y para la Navidad 1966 me compré mi primera cámara de fotos una "Kodak Brownie Fiesta", con mi madre María que me acompañó a comprarla", contó Eduardo.
Luego, como sacaba bien las fotos y estaba muy entusiasmado a sus 10 años su padre Enrique lo envió a estudiar fotografía al Foto Club Buenos Aires en el Palacio Barolo.
A los 14 llegaría su debut profesional con empresas de primer nivel. Su trabajo era realizar fotos de productos para publicidades. "En 1978 ingresé al servicio militar como fotógrafo corresponsal de Guerra del Estado Mayor General del Ejército Argentino destinado en el RI 24 de Río Gallegos y movilizado a la Frontera con Chile", recordó.
A continuación, 1980 ingresó como discípulo y jefe del laboratorio del maestro fotógrafo publicitario Juan Carlos Salomón en Custom Color. "Fue quien me perfeccionó en las técnicas de la fotografía publicitaria y en los negocios del arte fotográfico. Ese mismo año me recibí de Perito en Publicidad", detalló.
En el ejército
En 1978 a los 18 años me toco la conscripción como fotógrafo del comando en jefe del ejército argentino con asiento en el Regimiento de Infantería 24 de Río Gallegos – Santa Cruz. Desde allí fue movilizado a la frontera de Chile más de 150 días para documentar el conflicto con el vecino país con el que Argentina estuvo a punto de entrar en guerra.
A pesar de sufrir vértigo, fue la época en que comenzó a volar. "Aquí es en donde empecé a volar en los helicópteros Bell UH 1 del ejército argentino. ¡Tenía vértigo! Pero el Mayor al mando me curó en un instante abriéndome la puerta y, agarrándome de la campera, me ordenó: ¡¡¡Soldado Saque las Fotos!!!", cuenta emocionado.
Dice que desde ese día subirse a un helicóptero y surcar el cielo es lo más hermoso y que disfruta intensamente. "Por este motivo se especializó en la fotografía aérea", agrega. Así, realizó persecuciones del Dakar, regatas náuticas, y vuelos en la Antártida. "A la fecha llevo 320 vuelos antárticos desde los helicópteros Saa King de la Armada", asegura.
Hombre de hielo
Eduardo, que está casado con Silvia y tiene dos hijos, Hernán y Sebastián, dice que sus campañas antárticas duran aproximadamente 60 días a bordo del rompehielos Almirante Irizar. Sus jornadas de trabajo son de 16 horas al día.
"Son muy intensos, desembarco y vuelo en helicóptero a todas nuestras bases antárticas que son 13 de Argentina entre permanentes ( campaña invernada ) y temporarias ( campaña de verano )", detalla y añade que también ha ido a bases de España y Bulgaria.
Una de las fotos que más recuerda en el continente más frio del mundo es la que dedicó a los 44 tripulantes fallecidos en el submarino ARA San Juan. "Esta Producción la realice en La Campaña Antártica de Verano 2017-18. Formé el número “44” hombres formados y vestidos de antárticos de color naranja. Esta foto la tomé el 29 de enero de 2018 dio la vuelta al mundo con más de 1 millón de visitas y fue tendencia mundial por dos días y más de 400 notas periodísticas", relata orgulloso de que su trabajo se haya visto en diferentes rincones del planeta.
De la Antártida puede decir mucho, pero lo que destaca es su gran experiencia retratada en 85.000 fotos en alta calidad y unos 400 videos. "Mis amigos me decían que yo me iba a aburrir con tanto hielo y todas las fotos iguales. Nada que ver cada foto es muy distinta a la anterior y cada hielo tiene sus matices de color".
Eduardo también realizó el libro del "Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín Escolta Presidencial" en el cual invirtió 12 meses de trabajo y 28.000 fotografías además de producciones artísticas y viajes por todo el territorio nacional acompañando a los Granaderos del General San Martín. Por último, resta señalar que tiene un nuevo proyecto que es retratar el cruce de Los Andes.
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