Nunca había subido a un avión y lo hizo para dar la vuelta al mundo en solitario en un viaje de 35 horas. Vicente Zuccala es un invidente de 26 años que decidió gastar todos sus ahorros para ver a River Plate jugar el Mundial de Clubes en Japón.
En el éxodo de 15.000 hinchas de la Banda para seguir al equipo se entremezclan las historias. Los que vendieron el carro, los que se endeudaron o los que hicieron una colecta para que pudiera viajar algún miembro de la familia.
Pero quedará como el símbolo de esta extraordinaria aventura el relato de Zuccala: alguien le sacó una fotografía y la llevó a las redes sociales en un momento de su viaje a Japón, con escala en Roma y Catar. Antes de aterrizar en Tokio ya era una estrella.
"Será cosa de unos días. Ya está, me vine a ver solo el Mundial de Clubes y quiero lo que todos, que gane River", relativiza este viernes en una entrevista con la AFP.
"Tengo que estar"
La idea le surgió antes de que River levantara la tercera Libertadores: "Me había perdido todos los partidos de la Copa porque la cancha estaba superpoblada. Así que el día de la final de Tigres dije, 'tengo que estar'".
"Lo saqué y lo pagué yo con mis ahorros. Me parece importante, para que se sepa que cualquiera lo puede hacer, alguien que no ve o con cualquier problema", comenta.
"Mi familia me dijo que estaba un poco loco, me decían si no tendría miedo, pero la pasión me trajo acá", continúa.
"Pagué 35.000 pesos (2.600 dólares), es mucho dinero. Yo juego al fútbol para ciegos en Argentina y me costó mucho. Estoy becado por el Estado y usé ese dinero para pagarlo", explica este miembro de 'Los Murciélagos', como se conoce al equipo nacional.
Tras tener el billete Zuccala planificó la estancia. Preguntó a un grupo de aficionados, "los conocía de la cancha, yo era el ciego que estaba en la tribuna", y decidió compartir alojamiento con ellos en las afueras de Tokio.
A pesar de que era la primera vez que volaba, Zuccala no tuvo problemas. "Ni me enteré cuando despegó", recuerda.
Tuve que hablar lo mejor que pude en otros idiomas, en italiano y en inglés, que los estoy estudiando. No puedo hacer gestos, decir allá o acá, lo tengo que explicar todo hablando. Pero los asistentes de vuelo y las azafatas me ayudaron", explica.
Encuentro con Gallardo
Tras escuchar su historia, el técnico de River Plate Marcelo Gallardo se acercó de manera discreta a un conocido de Zuccala y pidió saludarlo en un acto privado. Lo recibió este viernes en el hotel de Yokohama junto con el futbolista Lucho González.
"Buenísima onda, se están jugando la vida, es el partido más grande y me recibieron a mí. Les tengo una admiración total en lo futbolístico y en lo humano", dijo Zuccala tras el encuentro.
"No les quise molestar mucho, quiero que traigan la copa, no que me saluden a mí", añade, dejando claras las prioridades.
Para ello River tiene que ganar al Barcelona el domingo en la final: "Ellos son el equipo más poderoso y el que mejor juega de la historia del fútbol, pero nosotros somos River, cuidado".
Luego insiste en disfrutar del momento: "Estamos en el Monumental, pero en Japón. Somos casi 20.000 personas. Es increíble para todos. La piel de gallina de River".