El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, enfrentaba un nuevo escándalo ayer al salir a la luz varios videos de su hijo de 26 años, quien sigue viviendo con él y que visita -a costa de los contribuyentes- clubes de strip tease en Tel Aviv acompañado de sus amigos súper ricos.
En la grabación, de 2015, Yair Netanyahu y sus amigos relatan su noche de juerga con comentarios despectivos sobre estriptiseras, camareras y otras mujeres.
Con voz alcoholizada, se le escucha jactarse de cómo su padre impulsó un proyecto de ley que, según parece creer, le permitió al amigo de su padre ganar miles de millones, en un serio revés para el premier, acusado de recibir una fortuna en habanos y champagne de sus partidarios ricos.
En un momento, Yair se refiere de forma enigmática a 400 shekels (unos 115 dólares) pagados a una prostituta. “Hablando de prostitutas, ¿qué está abierto a esta hora?” pregunta a sus amigos.
Para colmo, la juerga tuvo lugar en la víspera del Sabat judío y la grabación fue emitida en momentos en que el gobierno aprueba una ley que limita los negocios durante el Sabat.
Sin embargo, la indignación se debe sobre todo a las declaraciones de Yair a otro de sus amigos, hijo del magnate israelí Kobi Maimon, acerca de que el primer ministro impulsó un acuerdo controvertido en el Parlamento que benefició a su padre.
“Mi papá arregló un negocio de 20.000 millones de dólares para tu papá y tú lloras por 400 shekels”, dice, en alusión al dinero que le pidió prestado en el club de strip tease. La conversación es interrumpida por una llamada de la madre de Yair, que él aparentemente no contesta. “¡Qué molesta!”, dice.
