En el tema de Ciro y Los Persas, Héroes de Malvinas, se resalta una estrofa: “De Corrientes, Buenos Aires y de Chaco... Desde Córdoba, Mendoza, de La Pampa... Desde todas las provincias argentinas... Los llevaron para hacer una patriada”.
Esa estrofa parece contar la historia de Omar Alberto Castillo, sobreviviente de la cruel y desigual guerra que se libró en las Malvinas y que lo tuvo como uno de los soldados que fueron al campo de batalla.
Clase 1962, Omar estuvo dos meses en las islas, donde también cayó preso de los ingleses, algo que le viene cada tanto a la cabeza pero que, con el tiempo, pudo sobrellevarlo.
Ayer, 2 de abril, antes del inicio de la Octava de Independiente, Omar participó del minuto de silencio que se realizó por el día del veterano y de los caídos en guerra, justo en la división donde ataja su hijo Enzo.
“Este día me genera alegría por poder estar de vuelta sano y salvo y también tristeza por mis compañeros que quedaron en Malvinas”, contó con un dejo de tristeza en los ojos.
Su presencia en la Ciudad Deportiva de la Lepra es para alentar a su hijo: “Mi relación con el fútbol y con Independiente empezó hace 10 años. Mi hijo es arquero de la octava división y juega desde los 5 años. Me encanta el fútbol... es el deporte más hermoso del mundo”, confió Omar.
“Es una experiencia que no se puede contar porque es una guerra y eso se trata como tal. Fuimos muy chicos a la batalla, todos teníamos 18 años y, aunque tuvimos entrenamiento, cuando llegamos a las islas todo fue diferente”, confesó con dolor.
Antes de terminar la charla, Omar dejó una frase que estruja el corazón: “Hoy me quedan cicatrices sin cerrar por los 649 soldados que quedaron allá. Ojalá que Dios los tenga en su gloria”.
La canción de Ciro termina con una frase que todos los 2 de abril tiene que retumbar en todo el país: “Por siempre serán héroes, por siempre serán héroes... Por siempre nuestros héroes de Malvinas... Y por siempre serán héroes, por siempre serán héroes... Por siempre nuestro héroes de Malvinas”.