El mendocino Gumersindo Carrasco retornó a los cuadriláteros y lo hizo con un triunfo al imponerse al sanrafaelino Leonardo Cáceres, en fallo unánime.
Fue una pelea encuadrada en la categoría superligero a 6 rounds y que tuvo como escenario un lugar atípico para el boxeo mendocino, el club Leonardo Murialdo de Villa Nueva, que contó con una escasísima convocatoria de público, tan sólo 200 personas.
Fue una velada organizada por el promotor Mario Arano que tuvo como fondistas a dos sanjuaninos: Mauricio Muñoz y Exequiel Fernández.
Las tarjetas del jurado vieron ganar al Gúmer con estos guarismos, Leiva, 58 a 56; Aguilera 60 a 55; Estrella 60 a 57. Para Más Deportes fue 59 a 58.
Lo positivo para Carrasco es que logró finalmente el retorno a la actividad y buscará seguramente ir afianzándose en la categoría que mejor le conviene, los 63 kg (superligero).
El triunfo le permitirá mirar el horizonte con mejores expectativas bajo la dirección de su nuevo rincón, Jorge Arias.
El año de inactividad profesional le pasó factura más allá del rival de turno. Le costó encontrar la distancia. Además, las “mañas” de Leo Cáceres no le permitieron meter un golpe como suele hacer el mendocino, para definir la pelea.
Cáceres estaba físicamente limitado (fue llamado a último momento) y recurrió a gran experiencia, y como es zurdo complicó en algunos pasajes al Pitbull que lo quiso sacar de una sola “piña”, la que nunca apareció.
La actitud del sanrafaelino fue defensiva e hizo un buen trabajo, ya que de contra con su clásica volea encontró a veces al Gúmer.
Si bien quien propuso la pelea y fue al frente fue “El Pitbull”, éste nunca tuvo la claridad suficiente ni llegó con golpes netos. Sólo en un par de ocasiones conectó un cross largo que llegó al rostro del sureño, quien lo asimiló bien.
La pelea fue enredada; las infracciones se vieron de ambos lados, aunque Cáceres metió más la cabeza que los puños. Estas actitudes sacaron de pelea a Carrasco que quiso arrancar la cabeza a su rival.
Más allá del resultado lo bueno es que Gumersindo está de vuelta.