La última presentación de Gumersindo Carrasco (23 triunfos -16 nocauts- 3 derrotas), sin dudas fue una de las más deslucida del noqueador mendocino en su carrera profesional, donde cayó inesperadamente frente al santiagueño, Guillermo de Jesús Paz (23 triunfos- 1 nocaut- 26 derrotas y 4 empates) tras diez desgastante asaltos disputados en la ciudad de Junín de Buenos Aires.
Paz es un boxeador que tiene un récord negativo y sorprendió y tiró en dos ocasiones en la pelea al Gúmer, que la pasó mal en los últimos asaltos.
Más allá de la derrota frente a un boxeador mediocre, está claro que Carrasco a esta altura de su carrera necesita enfrentar a boxeadores de mayor hándicap.
Desde que volvió a combatir y bajo la conducción de Jorge Arias y el “manejo” de Mario Arano, el Pitbull, ha tenido continuidad y ha peleado cada unos 45 días.
Es sabido que, Mario Arano es un promotor o manager que en cierto momento exige a sus promovidos, para saber en qué nivel se encuentran.
Por lo cual hay una vieja idea que viene dando vueltas en la cabeza del promotor y del equipo del boxeador de La Favorita, si bien aún no hay ningún arreglo concreto una de las posibilidades que se baraja, es que el mendocino se enfrente a Martín Coggi, quien no combate desde principio de año. Una pelea sin lugar a dudas muy atractiva.
El Principito, ex campeón sudamericano y Latino de la división superligero, es hijo del histórico Látigo Coggi, ex tricampeón mundial superligero, quien actualmente es uno de los entrenadores de Lucas Matthysse, y dirige a su hijo Martín.
No hay nada confirmado aún, pero la posibilidad de que se enfrenten por un título Latino, es una de las ambiciones del equipo de y una de las aspiraciones del promotor.
