Nueva York. Cientos de miles de jóvenes se movilizaron ayer en diversas partes del mundo para enviar un mensaje a los líderes que se dirigen a una cumbre climática de la ONU: el calentamiento mundial no puede esperar.
Hubo marchas, manifestaciones y protestas desde Canberra hasta Kabul, pasando por Berlín hasta Ciudad del Cabo y Nueva York.
Los eventos por la "Huelga Global Climática" variaron desde una manifestación de solo una veintena de activistas en Seúl que usaron linternas para enviar mensajes en clave Morse para pedir acciones para salvar al mundo, hasta manifestaciones multitudinarias en varias partes de Australia que según organizadores convirtieron al evento en la protesta más grande del país desde la guerra en Irak del 2003.
En París, adolescentes y niños, algunos de sólo 10 años, no fueron a clases para protestar en las calles. Las manifestaciones tuvieron un aire festivo: hubo música en vivo y bailes en un parque.
Marie-Lou Sahai, de 15 años, dijo que no fue a la escuela porque "protestar es la única manera que la gente escuche".
Y en Washington, varios miles de jóvenes marcharon al Capitolio portando carteles que rezaban: "No hay planeta B" y "Esto no puede esperar a que termine la secundaria".
"Básicamente nuestro planeta está muriendo, y si no hacemos algo al respecto, vamos a morir", dijo A.J. Conermann, quien cursa el 10mo grado. "Quiero crecer. Quiero tener un futuro".
Greta Thunberg
Las manifestaciones estuvieron inspiradas en parte por el activismo de la adolescente sueca Greta Thunberg, quien en el último año ha protestado cada semana bajo la consigna "Viernes para el futuro", exhortando a líderes mundiales a redoblar sus esfuerzos en contra del cambio climático.
"Es una gran victoria", dijo Thunberg ayer en Nueva York. "Nunca hubiera previsto o creído que esto iba a pasar, y tan rápido, en sólo 15 meses", agregó.
Se prevé que Thunberg participe hoy en la Cumbre Juvenil sobre Clima de la ONU y que pasado mañana hable con líderes del mundo en la Cumbre sobre Acción Climática de Naciones Unidas.
"Ellos tienen esta oportunidad para hacer algo, y deben de aprovechar eso", dijo. "De lo contrario, deberían de sentirse avergonzados".
El planeta se ha calentado alrededor de 1 grado Celsius (1,8° Fahrenheit) desde antes de la Revolución Industrial, y los científicos han atribuido más de 90% del aumento a las emisiones de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas.
Los científicos han advertido que el calentamiento mundial hará que el nivel del mar aumente y que haya más olas de calor, sequías, tormentas fuertes, inundaciones y otros problemas. Algunas de estas manifestaciones ya han comenzado a ocurrir.
En la cumbre climática de París en el 2015, los países aceptaron contener el calentamiento mundial a menos de 2° C por encima de los niveles de la era preindustrial para fines de este siglo.
Pero el presidente Donald Trump subsecuentemente retiró a Estados Unidos del acuerdo porque dijo que beneficiaba a otros países a costas de los negocios y contribuyentes estadounidenses.
Antes de llegar a la presidencia, Trump se refirió al calentamiento mundial como un "fraude". Desde entonces ha dicho que "no niega el cambio climático", pero que no está convencido de que sea causado por el hombre o sea permanente.
La cumbre de Naciones Unidas, la segunda tras un evento similar realizado en marzo, tiene el fin de promover propuestas concretas de varios países para lograr avances hacia las metas del acuerdo de París.
Los actos comenzaron en Australia con marchas en 110 poblaciones grandes y pequeñas, incluidas Sydney y Canberra, la capital. Los manifestantes exigieron que el gobierno de su país, el primer exportador mundial de carbón y gas natural líquido, tome medidas drásticas para reducir las emisiones de gases.
"Aunque nosotros mismos no estamos enfermos, el planeta en que vivimos sí lo está y protestamos y luchamos por él", dijo Siobhan Sutton, de 15 años, estudiante de la Perth Modern School.
En Berlín hubo 80.000 personas, mientras que también hubo protestas menores en Japón, Corea del Sur, Filipinas, Hong Kong, India y otros países de Asia.