Días en los que las calles están desiertas y otros en los que parece que casi nada ha pasado y que todo es normal como antes. La cuarentena en Mendoza se percibe y se ve, más allá de jornadas excepcionales como la de este viernes. Las autoridades en general están conformes y resaltan los controles para detectar a los más de 2.600 ciudadanos que no cumplieron y que, por momentos, tuvieron a maltraer a la Policía y activaron a las fiscalías como pocas veces.
Sin embargo, desde que comenzó el aislamiento obligatorio se produjo una marcada reducción de las detenciones, sobre todo después de la segunda quincena de marzo.
Muchas veces superando los 100 aprehendidos cada 24 horas por no respetar este aislamiento preventivo y obligatorio, la Justicia fue acumulando causas, imputaciones y promesas de un juicio cercano o, en el mejor de los casos, trabajos comunitarios para subsanar el error. Incluso algunos por antecedentes penales esperan la resolución en prisión, mientras la gran mayoría regresó a sus domicilios para ahora sí quedarse allí.
El Gran Mendoza, zona de conflicto
Por una cuestión lógica de cantidad de habitantes y sumatoria de departamentos, la Primera Circunscripción Judicial -que abarca Ciudad, Godoy Cruz, Las Heras, Guaymallén, Maipú, Luján y Lavalle- hasta ayer concentraba la mayor cantidad de imputados, con un total de 1.219 personas procesadas desde el 20 de marzo pasado.
A pesar de que los comercios, escuelas y muchos otros lugares de atención están cerrados, hay mendocinos que encuentran excusas para abandonar sus viviendas y circular, más allá de la compra permitida de alimentos y remedios. Si bien el Gran Mendoza no presenta el movimiento habitual, se ve gente por las calles; muchos en regla al dedicarse a las actividades esenciales, pero también los infractores.
El acatamiento al ya famoso "quedate en casa" es alto, aunque hubo días en que la ciudad recuperó casi su vida normal. Por ejemplo, el viernes 27 de marzo cuando muchos abuelos fueron a los cajeros automáticos por sus jubilaciones y se vieron largas filas. Algo parecido pasó este miércoles, luego del feriado y de que los empleados estatales ya tuvieran a disposición sus salarios. A unos cuantos los acobardó la lluvia y eligieron no salir.
En el medio de estas jornadas complicadas estuvo el sábado 28, cuando se registró el mayor número de aprehensiones durante el aislamiento: 405 en toda la provincia. El feriado puente del lunes 23 de marzo fue otro día de muchas detenciones, con 328 en total.
Párrafo aparte para lo que pasó hace dos días. Intenso movimiento y colas interminables por la apertura de los bancos, exclusivamente para el pago de jubilados y beneficiarios de asignaciones.
En las noches, sea entre semana o el fin de semana, el panorama cambia y las calles son una “boca de lobo”.
El Este tomó consciencia
Llamativamente, los principales departamentos del Este-San Martín, Rivadavia y Junín- durante muchos días estuvieron a la cabeza en las estadísticas de toda la provincia sobre quienes violaban la reglamentación. Recién terminando el lunes 30 de marzo, tras los primeros 10 días de aislamiento, esta región pasó al segundo lugar detrás del Gran Mendoza. Todo un dato teniendo en cuenta la diferencia de densidad poblacional.
No dejaba de ser curioso que, en medio de la pandemia, los esteños seguían paseando en las calles y la Policía no cesaba en sus controles. Hasta niños jugando en las calles se veían.
Esta situación cambió drásticamente esta semana, por ejemplo, dejando entre lunes y martes un solo detenido. Hasta este sábado, la Tercera circunscripción Judicial reunía 917 imputaciones.
El Valle de Uco, no tan tranquilo
La calma y esas famosas postales de "pueblo" se mantienen y se profundizan en varios momentos del día en Tunuyán, Tupungato y San Carlos por la cuarentena, aunque muchos de los residentes reconocen que la actividad no se ha detenido como debería. Una muestra de esto es que el Valle de Uco hoy suma mayor número de procesados que la zona Sur, con un total de 277.
Familias enteras y abuelos se ven aún por la vía pública, como si nada hubiera cambiado. El caso confirmado de la mujer de Tunuyán que contrajo coronavirus y está internada en Mendoza parece no haber repercutido en los valletanos. "La gente no toma plena consciencia, creen que acá la enfermedad no va a llegar", confió una fuente consultada por Los Andes.
Sí hay operativos estrictos, mucha presencia policial en las calles e inspectores municipales corroborando que sólo haya negocios abiertos de las actividades exceptuadas. "En los primeros días hubo comercios que no debían atender y lo hacían, lo que les valió la clausura", agregó el informante.
En el Sur, conformidad a medias
En números macros, si se compara el movimiento que había en los departamentos del Sur mendocino, con personas yendo y viniendo a diario, a como se encuentran las calles por estos días, el cumplimiento del aislamiento se podría calificar como bueno.
El solo hecho del cierre del comercio en general o las oficinas públicas que no atienden al público más la suspensión de clases, fueron motivos más que suficientes para reducir drásticamente la circulación de vecinos.
Otro dato significativo que también sirve de termómetro es la afluencia de pacientes en las guardias de los hospitales. Desde que se declaró la emergencia sanitaria por la pandemia y hubo un cambio sustancial de la atención en salud, las salas de urgencias quedaron prácticamente vacías.
"Con esto vemos que muchas de las supuestas urgencias de la gente que llenaba la sala no eran tales", confió un médicosdel hospital Schestakow en San Rafael. Precisamente, en el hospital de cabecera del Sur se redujo un 68% la asistencia de personas que llegan buscando asistencia.
En el hospital Enfermeros Argentinos, en General Alvear, o el Regional en Malargüe también sucede lo mismo o incluso es menor la cantidad de pacientes que requieren los servicios en la guardia. Sin embargo, hay una mirada más focalizada y se resume en la opinión de la Policía: "Hay demasiada gente en la calle".
La cantidad de personas que no están en sus casas es importante, principalmente en el horario de apertura del comercio sobre todo entre la mañana y el mediodía.
Las colas esperando ingresar al supermercado son una postal que se repite. Lo que se pudo ver en los cajeros desde que comenzaron a abonarse jubilaciones, el salario a empleados municipales y de la administración pública provincial, sacó cualquier estimación de contexto. Y fuera de todo análisis quedó lo sucedido el viernes con la apertura de los bancos. La gente ocupó hasta la calle y directamente se cortó el tránsito.
Tampoco faltan los que van a comprar al almacén del barrio y lo utilizan como una salida más social que comercial y para muestra basta un botón.
"Salvo excepciones, la mayoría de las familias vienen a comprar tres o cuatro veces al día en las horas que tenemos abierto el negocio, compran dos o tres productos y al rato vuelen por otros", comentó Mariela, propietaria de una despensa en barrio Martín Güemes, uno de los más populosos de la zona Sur de la ciudad de Malargüe.
Para el jefe de la Policía en San Rafael "es un desastre, hay demasiadas personas en la calle durante el día porque van al cajero o a comprar, por eso nos pusimos firmes y empezamos a pedir los tickets", dijo el comisario Miguel Sánchez.
En cambio al caer la tarde y en la noche "las calles quedan desiertas", agregó Sánchez. No obstante "la mayor cantidad de detenciones hasta el momento por violar la cuarentena fue durante el horario nocturno", concluyó. En Alvear y Malargüe la situación es calcada. Toda esta región, considerada la Segunda Circunscripción, acumula 239 imputados.
En la provincia la circulación bajó 29%
Matías Travizano (40), el CEO de la compañía GranData, con sede en Silicon Valley, desarrolló una página en la que ofrece un mapa online, gratuito y abierto al público que permite comparar el nivel de circulación de la población antes y después de la cuarentena, mediante el uso del geolocalización de cientos de aplicaciones de los celulares sin identificador.
El sitio muestra que en Mendoza la movilidad de los usuarios bajó 29,61 %. El Valle de Uco muestra los peores registros, mientras que Capital obtiene 62,4 %, Godoy Cruz 32,4 %, Luján 30,64 %, Guaymallén 24,97 %, Las Heras 23,69 % y Maipú 17,36 %.