La recesión económica, la inflación y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios condujeron a que en solo doce meses, 100 mil personas cayeran por debajo de la línea de la pobreza en el Gran Mendoza. De esta forma, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), ya son 393.283 los pobres en el principal aglomerado urbano de la provincia.
El informe del organismo indica que en el segundo semestre de 2018 el Gran Mendoza tenía un índice de pobreza de 30,7% (291.672 personas). En la segunda mitad del año pasado, el porcentaje llegó a 38,6% (7,9 puntos más).
Cabe aclarar que el Indec considera "pobres" a aquellas personas que viven en hogares con ingresos inferiores a la Canasta Básica Total (CBT), valor que representa el total de gastos que debe hacer una familia tipo para cubrir el 100% de sus necesidades durante un mes. En el cierre del año pasado, la CBT llegó a un valor de $ 33.263, según la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) de la provincia.
Por eso es importante analizar también cuántas viviendas están en situación de pobreza. El dato oficial difundido por el Gobierno nacional indica que la cantidad de hogares pobres saltó de 21,9% a 28,9%, entre el segundo semestre de 2018 y el período julio-diciembre de 2019. Medido en cantidades, el paso fue de 66.111 a 93.258 casas con ingresos inferiores a la CBT.
Mayor indigencia
La profundización de la crisis económica golpeó también al sector más vulnerable de la población, pese a los planes de asistencia social impulsados por el Gobierno. Según el Indec, la indigencia aumentó de 4,2% a 7,9% en un año. Eran 39.653 las personas indigentes en el Gran Mendoza a finales de 2018 y se contabilizaron 80.277 en el segundo semestre del 2019. Dicho de otra forma, la cantidad de indigentes se duplicó.
En este caso, se trata de personas que no ganan lo suficiente para cubrir el 100% de sus necesidades alimenticias durante un mes. El valor de referencia es la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que en diciembre del año pasado llegó a $ 12.647, según la DEIE.
Medido en hogares, la indigencia del Gran Mendoza aumentó de 3,2% (9.753 viviendas) a 5,6% (18.186).
Resultado previsible
Las cifras publicadas por el Indec son alarmantes, pero en cierta forma previsibles. Es que luego de las elecciones primarias presidenciales (en agosto) la inflación se disparó, el dólar aumentó más de $ 15 y el consumo profundizó su caída.
El economista Carlos Rodríguez explicó a Los Andes que ese escenario económico provocó un aumento del desempleo, lo que "sin duda contribuyó mucho a que aumenten los niveles de pobreza". Según el Indec, el índice de desocupación fue de 7,3% en la segunda mitad del año pasado (1,4 puntos porcentuales más que en 2018).
"Otro factor determinante fue la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. Hay miles de hogares que están al límite de la Canasta Básica Total y cuando sus ingresos se retrasan en relación a la inflación, caen rápidamente por debajo de la línea de la pobreza. Es lo que se llama pobreza coyuntural", señaló Rodríguez.
Los datos del Indec respaldan el análisis del economista. Según el organismo los salarios del sector privado perdieron un 8,4% de poder adquisitivo durante todo el 2019.
Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, coincidió respecto al impacto de la inflación sobre el incremento de los niveles de pobreza, pero le restó responsabilidad al desempleo. "El factor determinante fue la inflación alta que hubo en todo el 2019, originada por políticas del Gobierno nacional. Los salarios privados no pudieron acompañar las subas de precios y los hogares que estaban cerca de la CBT o la CBA cayeron en la pobreza y la indigencia, respectivamente", comentó.
"El desempleo también incidió, pero no fue tan determinante. Es que la tasa de desocupación aumentó porque más gente salió a buscar trabajo (sin poder encontrarlo), no por la pérdida masiva de empleos", cerró Laza.