Son fantásticas las actividades que desata el Día del Amigo. Sacando Navidad debe ser una de las celebraciones más populares, por lo menos en nuestra tierra.
Fue Enrique Ernesto Febraro el argentino que lo instituyó. No sé porqué si se llama Febraro lo puso en julio. ¿Por qué se celebra el Día del Amigo el 20 de junio?
Bueno porque un 20 de junio unos amigos fueron a la Luna. Conozco otros que también han ido pero no en precisamente en calidad de amigos. Enrique Ernesto Febrero se sintió tan impactado por el acontecimiento, que se dijo: yo con esto voy a inventar una celebración. E inventó el Día del Amigo.
¿Qué fue lo que lo impulsó? Algunos dicen que por la antigua amistad que la Tierra sostiene con la Luna. Dicen que la Tierra le dijo un día a su amiga luna: Cuidate el cutis, querida - y la Luna le contestó: Y vos cuidate de los parásitos.
Otros dicen que fue la actitud de Collin lo que impulsó al homenaje. Los que llegaron fueron tres ¿recuerdan? Collins, Armstrong y Aldrin. Amstrong y Aldrin bajaron a la Luna y se llevaron toda la gloria.
Collins, viajó hasta allá pero no bajó, tuvo que quedarse orbitando para que sus amigos pudieran cumplir con la tarea. O sea que mientras Aldrin y Armstrong plantaban banderas, y hacían piruetas sobre los cráteres, Collins cumplía el trabajo de esperarlos para cubrirles la retirada. Al psicólogo de Collins le tomó veinte años en hacerle entender a Collins que había sido un solidario y no un salame.
Eso ocurrió en 1969 y años después comenzó la celebración. En Mendoza particularmente es cada vez más fuerte. Ayer se saturaron las líneas telefónicas, conseguir una comunicación era más difícil que envolver leña. Los mensajes telefónicos batieron todos los récords.
Los que lograron comunicarse recibieron saludos de los más diversos: "Hola, te habla Cacho. Feliz día, salame. Quiero que sepas que sos mi mejor amigo. Y ahora te cuelgo porque tengo que llamar a veintitrés mejores amigos más".
De pronto el tipo recibió una llamada a las once de la noche, levantó el tubo y en medio de voces, carcajadas, aros, sonidos de guitarras, escuchó: Jorge. Te habla José. Quiero que sepas que sos mi mejor amigo - Ajá, y si soy tu mejor amigo ¿por qué no me invitaste al asado, hipócrita?
También ocurrieron, después del tinto, algunas franquezas, algunas aclaraciones.
- ¿Sabés, Juan? Creo que vos nunca me tomaste en serio.
- No digás eso, Raúl. Debés estar bromeando.
- ...
- Loco, realmente sos especial. No sé como hacés para ser amigos de todos. Para llevarte tan bien con todo.
- Sabés lo que pasa? Es que yo no discuto nunca con nadie.
- Ehhh! ¡Vamos! No va a ser por eso.
- Está bien. No es por eso.
Ayer, hoy y mañana el movimiento fue permanente, en lugares abiertos, parques, plazas, calles, el centro parecía un día de carrusel. Hubo asados que comenzaron ayer al mediodía y todavía continúan con los participantes en calidad de mosquito de manicomio porque chupan a lo loco.
Los bares, confiterías y restaurantes se llenaron hasta el potito con los amigos celebrantes, los brindis proliferaron de una manera abusiva y algunos insultaban porque el día del amigo cae el 20 cuando ya nadie tiene un mango desde el 10. Son los que pedían una pizza chica cortada en 48 porciones.
Los recuerdos, anécdotas y cargadas proliferaron, los abrazos se hacían carne en el otro, y después del tercer tinto, las declaraciones de amistad eran ya desmesuradas:
"Mirá, loco, vos sabés que sos mi hermano. El hijo que mi vieja me hubiera gustado tener. Vos sos Juan, un tipazo, tan generoso, abnegado, patriota, octaédrico. Si me dan ganas de ir al Vaticano y preguntar: ¿Qué esperan para darle el traje blanco a Juan".
Ayer fue el día del amigo. Sirve, porque uno se predispone a saludar, a reiniciar contactos, a decir presente aunque sea una vez al año. Debería ser feriado, aunque bueno, no fueron muchos los que hoy se dedicaron a su trabajo. Debe ser la celebración más abarcativa del año.
Una fiesta especial que nos toca a todos, porque ¿Quién no tiene un amigo, no? ¿Cómo dice? ¿Lilita Carrió...? No lo había pensado.