Por Carlos Sacchetto - csacchetto@losandes.com.ar - Corresponsalía Buenos Aires
Los repetidos cruces verbales de los candidatos, y hasta la negativa de Daniel Scioli a asistir al debate que se estaba preparando, perdieron relevancia y sólo interesó a los directamente involucrados. La depreciación de los bonos, en cambio, comenzó a gravitar cuando los pequeños ahorristas con algún dinero en los fondos de inversión comprendieron que el capital que tenían se achicó de la noche a la mañana.
Los especialistas en finanzas argumentaron sobre los efectos económicos de la medida, que por cierto tuvo también consecuencias políticas que los candidatos registraron de inmediato. Por boca del ministro de Economía, Axel Kicillof, el Gobierno dijo que la resolución adoptada "es muy chiquita" y que "defiende a los pequeños ahorristas de abusos del sector financiero". Como siempre, por un lado la realidad y por otro el relato oficial.
Mal clima
Para Mauricio Macri y para Sergio Massa, esa contradicción sirvió para vincular aún más a Daniel Scioli a los errores del Gobierno y hasta sugerir que la medida de la Comisión Nacional de Valores fue adoptada por el kirchnerismo para perjudicar al candidato del Frente para la Victoria. Peor todavía, se presume que hubo bancos y particulares que tuvieron información adelantada e hicieron un negocio millonario con la venta y recompra de bonos. Nadie ofrece todavía pruebas de que haya sido así, pero que existe un clima de alta tensión entre el sciolismo y quienes responden incondicionalmente a la presidenta Cristina Fernández es tan evidente como real.
En la mesa de análisis político de Scioli se calificó a la medida defendida por Kicillof como piantavotos, y nadie aceptó la idea del ministro de que si a alguien perjudica esa decisión es a sectores pudientes, que ahorran en bonos y no votan al peronismo. Ese concepto va justamente en contra del plan original de campaña, que preveía la captación de voluntades independientes, de pequeños empresarios y de clase media no peronista que completaran el caudal de votos que le faltan a Scioli para ganar en primera ronda.
Pero además, los colaboradores del candidato oficial sostienen que la depreciación de los bonos y el aumento del dólar blue impactarán de manera inevitable en los bolsillos de los trabajadores por la inflación que generan. "Seguiremos remando, pero sabemos que tenemos viento en contra que no viene de los otros candidatos", se lamentan en el comando sciolista. En ese reducto viven el estrés permanente de las contradicciones con el kirchnerismo, pero lo soportan con estoicismo. Sueñan con ganar la presidencia, y con comenzar la construcción de un poder propio que a poco de ejercerlo -aseguran-, será diferente al de Cristina.
Esos sueños del sciolismo se mezclan con la dura realidad de noticias que llegan del conurbano bonaerense, territorio donde se define la elección. Las encuestas para gobernador siguen mostrando a María Eugenia Vidal, de Cambiemos, en primer lugar ganándole a Aníbal Fernández y muy cerca Felipe Solá, del Frente Renovador. Pero lo más duro de digerir es que muchos intendentes comprometidos con Scioli admiten en forma reservada que no pueden garantizar la totalidad de los votos que se esperan de ellos.
Pros y contras
A cuatro semanas de las elecciones, en el comando de Cambiemos también se vive un clima de tensión. Mauricio Macri promete incrementar la intensidad de su campaña y algunos de sus aliados del radicalismo y de la Coalición Cívica no se privan de decir "a este muchacho le falta un poco de fibra, ¿no?" Lo ven demasiado confiado en una ola antikirchnerista que se produciría en los últimos días previos a la elección, y le reclaman mayor energía.
Por lejos, Sergio Massa se muestra como el más activo de los candidatos, con presentación de propuestas y de equipos técnicos que ningún otro ofrece hasta el momento. Pero choca, a la vez, con un avance muy pequeño en la intención de voto que revelan las encuestas. En aquellos sondeos que no se perciben como operaciones de quienes los contratan, los números siguen sin mayores variantes con Scioli, Macri, Massa en ese orden, y con posibilidades de segunda vuelta.