El Gobierno nacional pidió ayer al Poder Judicial que solicite a la policía internacional Interpol información sobre el paradero del ex espía Antonio Stiusso sobre quien la presidenta Cristina Fernández sugirió en su discurso del lunes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) que estaría en Estados Unidos y que cuenta con la “casi protección” del gobierno estadounidense.
El pedido que hizo el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI, ex SI, ex Side), Oscar Parrilli, y que recayó por sorteo en el juez Norberto Oyarbide, tiene que ser dictaminado por el fiscal Guillermo Marijuán, antes de que pueda solicitarse a la Interpol la “circular azul” sobre el paradero de quien fue director general de Operaciones del organismo de inteligencia hasta su desplazamiento por la Presidenta en diciembre pasado.
De contar con la aprobación del fiscal, se trataría del segundo pedido en el mismo sentido que recibirá la Interpol luego de que el 18 de setiembre pasado la unidad fiscal especial que investiga el atentado a la Amia (UFI-AMIA, presidida hasta su muerte por Alberto Nisman) le reclamara la ubicación de Stiusso y que, según fuentes judiciales, aún está en estudio bajo análisis del organismo internacional.
Las solicitudes técnicas de la fiscalía y ahora del Gobierno nacional se suman a las dos notas presentadas a finales de agosto y a principios de setiembre por la embajadora argentina en Estados Unidos, Cecilia Nahón, al Departamento de Estado (cancillería), como a los pedidos verbales hechos en reuniones con funcionarios de esa cartera, para solicitar en carácter de qué se encuentra Stiusso en ese país.
“Yo diría casi protegido, pero protegido no se sabe de qué ni de quién”, según dijo Cristina Fernández en su discurso de anteayer ante la ONU.
“Se está comprobando la vinculación total y absoluta (entre el otrora poderoso personaje de la inteligencia argentina) con el fiscal” Nisman, dijo la jefa de Estado en su discurso, sin mencionar por su nombre a Stiusso.
Pidió además “terminar con la hipocresía y el doble estándar en materia diplomática”, y subrayó que “todos lo mencionan (en la Justicia argentina) como muy vinculado a la causa” de la investigación del atentado a la AMIA que en 1994 causó la muerte de 85 personas, como también a “la causa de encubrimiento”, que por estos días está en juicio oral y público en los tribunales federales de Retiro.
Sin el cuidado que requiere un discurso ante el máximo organismo internacional por parte de un jefe de Estado, el canciller Héctor Timerman puso ayer blanco sobre negro la posición argentina al afirmar en declaraciones periodísticas que “por algún motivo” Estados Unidos “está protegiendo” a Stiusso, quien “es obvio que era un colaborador, un agente o una especie de socio de los servicios secretos de los Estados Unidos para el intercambio de información u operaciones conjuntas”. Y remató: “Suponemos que está en La Florida en Estados Unidos y que después de varios meses, como turista no puede estar”.
Sobre Stiusso pesan varias denuncias penales desde su desplazamiento de la ahora AFI: una por presunto enriquecimiento ilícito; otra por supuesto contrabando de material eléctrico; una tercera por supuesto engaño al Poder Judicial para que autorizara escuchas telefónicas, y una cuarta por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA al haber ocultado un informe sobre el cruce de llamadas telefónicas hechas al exterior tras el hecho.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, también abundó ayer en detalles sobre la relación de Stiusso con Nisman. “Ellos dos fueron las cabezas visibles, socios, arietes de servicios de inteligencia extranjeros, que se valieron de dineros de financistas ligados a fondos buitre para impedir que se sancione a los responsables del atentado, incluida la conexión local”, dijo en su contacto matutino con periodistas.
Aníbal Fernández aludió así a una denuncia que publicó ayer un matutino porteño en la que el ex director ejecutivo de la DAIA, Jorge Elbaum, sostuvo que Nisman cobró 280 mil dólares entre 2010 y 2014 de un grupo de medios israelí vinculado al multimillonario estadounidense Sheldon Adelson, socio principal de Paul Singer en el fondo NML Elliot y uno de los mayores financistas del Partido Republicano estadounidense.
EEUU quiere saber cuáles son los cargos
El gobierno estadounidense no quiso hacer comentarios sobre el discurso de la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner en la Asamblea de las Naciones Unidas, en el que acusó a Estados Unidos de “proteger” al espía Jaime Stiusso, y refirieron el tema al Gobierno argentino para que explique “si tienen cargos contra el Señor Stiusso y cuáles serían”.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo que hay que dirigirse al Gobierno argentino para saber “si tiene cargos contra el señor Stiusso y cuáles serían”. Además, señalaron que ellos no comentan si reciben o no pedidos de ayuda en cuestiones vinculadas con la Justicia y que eso se tramita “por los canales judiciales correspondientes”. Además, señaló la fuente, no comentan “el status migratorio de ningún individuo”.
Así Estados Unidos contestó a la dura acusación de la Presidenta, que ayer dijo ante la Asamblea General de la ONU que el gobierno de ese país da protección política al ex espía, aunque en verdad todavía ningún juez argentino llamó a indagatoria a Stiusso y mucho menos pidió su extradición. El ex agente de inteligencia se encontraría en la Florida desde febrero, luego de declarar como testigo en la causa por la muerte violenta del fiscal de la AMIA, Alberto Nisman.
Quizás previendo esta posición de Estados Unidos, el titular de la AFI, Oscar Parilli, pidió ayer a la Justicia que libre una “circular azul” a Interpol para ubicar el paradero del ex agente de inteligencia. La “circular azul” es una medida que debe ser pedida por la Justicia y permite la búsqueda y localización de una persona, pero no su captura internacional.
Sobre Stiusso ya pesa un pedido de paradero girado por los fiscales de la UFI AMIA, en relación con una suerte de auditoría interna que están realizando tras asumir en remplazo del fallecido Alberto Nisman. / Paula Lugones (CC)