Mendoza está en la línea de largada, lista para salir en busca de financiamiento por más de 7.600 millones de pesos. El monto corresponde a las autorizaciones para tomar crédito acumuladas en la ley de transición que acordaron Francisco Pérez y Alfredo Cornejo para cubrir la amortización de deuda que vence este año, por 3.877 millones de pesos, y el que se otorgó en la ley de Presupuesto 2017 por 3.787 millones de pesos.
Ayer, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial el decreto 544, por el que se adjudica la licitación de bancos que se harán cargo de la colocación de la deuda. Los bancos ganadores son el consorcio conformado por Bank of América Merrill Lynch y Banco Supervielle, Citibank y Credit Suisse Securities USA, UBS Investment Bank, Puente Hermanos y Banco de Servicios y Transacciones (BST).
Además, también se licitó el colocador de letras por 1.500 millones, emisión de financiamiento que vence en 365 días por lo que técnicamente no se considera deuda. Esta operación la realizará el consorcio conformado por Banco Hipotecario, Banco de Crédito y Securitización (BACS), Nación Bursátil, Deutsche Bank Securities INC y Goldman Sachs & Co.
La historia de la licitación nació el 3 de febrero de este año, cuando el gobernador Cornejo firmó el decreto 95/17, en el que se aprobó el pliego de bases y condiciones para seleccionar las entidades crediticias que emitirían la deuda de Mendoza.
Ayer, el ministro de Hacienda, Lisandro Nieri, rememoraba la estrategia elegida para tomar el financiamiento que permitiría equilibrar las deficitarias arcas públicas mendocinas.
“No podemos saber qué pasa en los mercados. Son bastante impredecibles. La semana pasada era algo, con lo que sucedió en Brasil la situación puede ser distinta. A principios de año decidimos dividir los posibles tramos de financiamiento en los que podría participar la provincia”, detalló.
Son cuatro tramos, que corresponden a los cuatro ítems licitados. Uno por deuda internacional en dólares, que ganó el consorcio integrado por Bank of América Merrill Lynch y Banco Supervielle; otro para la reapertura del bono Mendoza 2024 que fue adjudicado a Citibank y Credit Suisse Securities USA (los dos bancos que hicieron la colocación de ese bono el año pasado); otro tramo para emisión en Argentina en pesos para el consorcio UBS Investment Bank, Puente Hermanos y Banco de Servicios y Transacciones (BST). Por último, las letras que también fueron otorgadas a un consorcio de entidades.
Un enorme grado de detalle de renglones licitados, pero Nieri explicó que “podemos hacer las cuatro, o podemos trabajar sobre una o dos de estas herramientas”. Es decir, no hay una preferencia por ninguna, todo dependerá de las condiciones del mercado de capitales para salir.
De hecho, tampoco hay fecha para que Mendoza salga a pedir estos fondos. El ministro indicaba ayer que por ahora se está observando detalladamente la evolución de los mercados para salir en el momento más oportuno.
Brasil y su crisis hoy marcan la agenda y exige una detallada observación de la evolución y sus efectos. El ministro no confirmó si en el corto plazo habrá una emisión, aunque casi como al pasar indicó que en la situación de hoy tal vez convenga tomar en pesos en la banca local.
Un detalle llamativo es que en el renglón destinado a la reapertura del bono Mendoza 2024 (que permitirá estirar el vencimiento actual), el decreto 544 prescribe una condición: le solicita a Citibank y Credit Suisse Securities USA que conformen un consorcio para ser adjudicados para esta operación de crédito.
Acerca de la conformación de este consorcio, en el artículo 2 del decreto se otorga un plazo de 21 días corridos “a partir de la notificación de la presente norma legal, para que manifiesten su voluntad al respecto. En caso de manifestar conformidad en los términos propuestos, el servicio será adjudicado a ambos oferentes”.
De no conformarse este consorcio, la operación de reapertura del bono Mendoza 2024 quedaría a cargo de Bank of América Merrill Lynch y Banco Supervielle.
La deuda eterna
La historia de la emisión de deuda es otra historia. Más de la mitad de ella es parte del latiguillo de la pesada herencia que ha esgrimido Cornejo en el último año. Se trata de la amortización de deuda que vence durante este año y que llega a 3.877 millones de pesos.
Ese endeudamiento fue autorizado por la Legislatura en 2015, antes de que el antecesor de Cornejo dejara Casa de Gobierno. Se trata de la ley 8.816, que en su artículo 2 prescribe: “Autorízase al Poder Ejecutivo Provincial a hacer uso del crédito público con destino a la cancelación de las obligaciones que surjan por los vencimientos de amortización de la deuda pública a producirse durante los Ejercicios 2016 y 2017”.
Es decir, estos $ 3.877 millones son para pagar deuda vieja, "no son nueva deuda", diferencia Nieri. Es una operación para cubrir pagos viejos con nuevas obligaciones, a ser posible con mejores tasas y plazos que permitan pagos anuales de menor monto.
La otra parte de la deuda, 3.787 millones de pesos, corresponden a lo que autorizó la Legislatura en la ley 8.930 de Presupuesto 2017. En el artículo 39 de esa norma, se autoriza la toma de deuda y se establece que dicho financiamiento será destinado en su mayor parte a gastos de capital (obra pública y bienes de capital).
El ministro Nieri recuerda que este año el déficit operativo asciende a 576 millones de pesos, por lo que jura que se cumplirá el destino fijado en la ley a ese dinero que llegue.