El Gobierno y la oposición volvieron a cruzarse ayer fuertemente en torno al sistema de votación que regirá en las próximas elecciones. Tanto el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, como el director nacional electoral, Alejandro Tullio, desestimaron el pedido de la oposición para que en los comicios del 25 de octubre se aplique la boleta única complementaria (una papeleta que contiene todos los candidatos de todos los partidos, rubro por rubro) como paliativo para desalentar el robo de boletas tradicionales.
La idea es que los presidente de mesa tenga a mano estas papeletas para que se la entreguen a los ciudadanos que no encuentren en el cuarto oscuro la boleta del partido que desean votar.
“La próxima elección (de octubre) va a ser como las otras, y seguramente vamos a encontrar al Pro denunciando fraude, como hizo siempre, en cada una de las provincias”, enfatizó temprano Fernández. Tullio buscó aportarle más argumentos a la negativa de la Casa Rosada.
“Creo que las dificultades serían inmensas, la confusión que podría traer también, a pesar de que es una iniciativa con la mejor buena voluntad. No sería responsable de mi parte aconsejar una medida como esta”, señaló en alusión a la implementación de la boleta única complementaria.
En ese sentido, Tullio dijo que “hay que modificar 38 artículos del Código Electoral, hay que establecer un nuevo sistema, no solo de votación, sino de recuento de votos, de calificación de esos votos, hay que capacitar a los 190 mil presidentes de mesa”.
Tullio también recordó que la semana pasada, la Cámara Nacional Electoral advirtió que un cambio en medio del proceso eleccionario traería “más perjuicios que beneficios”.
Pero la oposición sostiene, casi al unísono, que la aplicación de la boleta única complementaria no significa un cambio de reglas de juego, como cree el oficialismo, sino una ampliación de una herramienta que el Código Electoral ya prevé para que puedan votar tanto los presos como los argentinos que viven en el exterior.
Ayer, tanto el Pro, como el Frente Renovador y el socialismo salieron a cruzar al Gobierno por la negativa que plantearon Fernández y Tullio y por las jugadas del Frente para la Victoria (FpV) en la Cámara Baja para demorar el debate de los proyectos presentados por el arco no K.
La diputada macrista Laura Alonso descargó su furia en un comunicado de prensa y acusó a Tullio de “caradura” que trabaja para “su conveniencia y para el gobierno de turno. Un panqueque total”. “Es funcionario público desde la época de la Alianza y nunca promovió ninguna reforma de fondo en el sistema. Para él siempre está todo bien”, se despachó.
Desde el massismo, el diputado Adrián Pérez definió como “una mala excusa” al argumento dado por Tullio “para no admitir que no quiere un sistema electoral transparente”.
“El debate para transparentar el sistema electoral lleva años, no es algo nuevo. Muchas provincias ya dieron pasos para mejorarlo: Córdoba, Salta, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires. Desde 2009 diputados de todos los partidos estamos impulsando la boleta única y siempre el oficialismo encuentra excusas para no tratarlo”, se quejó.
Por su parte, el socialista Juan Carlos Zabalza también reclamó la puesta en marcha de la boleta única y resaltó que fue “la participación ciudadana” como en Santa Fe se derrotó “la tramposa y fraudulenta Ley de Lemas”.
Ante la negativa del oficialismo a realizar incluso cambios menores que permitan desalentar irregularidades como el robo de boletas, la oposición llevará su reclamo a la Cámara Nacional Electoral, el máximo organismo judicial que entiende en el tema, que tiene previsto reunirse con los partidos políticos el próximo 15.
Cano se impone por 7 puntos a Manzur
La Junta Electoral Provincial (JEP) continuó desarrollando ayer el conteo de votos definitivo de las elecciones de Tucumán por noveno día consecutivo, en tanto el Acuerdo por el Bicentenario presentaría “mañana al mediodía” (por hoy) el pedido de nulidad de los comicios.
Según el último parte dado a conocer por la JEP de Tucumán, el candidato por el Acuerdo por el Bicentenario, el radical José Cano, se imponía por el momento por 7 puntos sobre su contrincante del Frente para la Victoria (FpV), Juan Manzur. Con el 22,97 por ciento de las mesas escrutadas, el diputado radical obtenía 112.299 votos, lo que representaba el 48,80% de los votos, frente a 95.076 sufragios, lo que representaba el 41,32%, del ex ministro de Salud.
Fuentes cercanas al candidato opositor anticiparon que la demora en la presentación se debe que “aparecieron pruebas nuevas” que serán “incorporadas para ser lo más contundentes posible”. “Han aparecido algunas pruebas nuevas relacionandas a un presidente de mesa con las planillas que se fraguaron”, detallaron las fuentes a esta agencia.
