Con los resultados de las elecciones del SUTE en la mano, el Gobierno salió a mostrarse predispuesto al diálogo. El director general de Escuelas, Jaime Correas, y hasta el propio gobernador, Alfredo Cornejo, dieron su mensaje de apertura con la conducción electa; aunque, de paso, ambos la deslegitimaron como representación de todos los docentes.
Tanto Correas como Cornejo salieron en sintonía, casi al mismo tiempo, el primero en Casa de Gobierno, el mandatario en Fray Luis Beltrán, donde concurrió a inaugurar un mamógrafo digital. Ambos sacaron la misma cuenta: "Hay 55 mil docentes, de los que solo 26 mil están afiliados. Fueron a votar 15 mil, y solo 9 mil eran personas activas, el resto ha trascendido que fueron jubilados", decía Cornejo en el hospital Metraux.
Correas agregaba la nota al pie de esa cuenta: “El sindicato sigue dando la opinión del sindicato, no de los docentes. Hay muchísimos docentes que no se sienten representados”.
La cuenta es que los 5.362 votos que sacó el electo Sebastián Henríquez son menos del 10% del total de los trabajadores de la educación, contando docentes y no docentes. Claramente buscan relativizar la representatividad de la nueva conducción.
Cornejo daba el mensaje a la nueva conducción del gremio en clave; de hecho explicaba la victoria de la lista Marrón como el resultado de “una crisis de representatividad” y luego agregaba que esa crisis de representatividad en el SUTE implica que “hay un rechazo a la cúpula que lo ha gobernado en los últimos 20 años y la conducción actual confrontó con el gobierno todo el tiempo; esto supuestamente les daba rédito”.
Correas decía que “nuestra voluntad es de diálogo, no sólo en lo salarial, sino en todos los temas. Tenemos una agenda común muy grande, tenemos muchos temas comunes entre manos. De hecho, con la lista Marrón en Godoy Cruz hemos tratado temas muy concretos, con afiliados o resoluciones que ellos cuestionaban y hemos tomado cosas que ellos nos han planteado. Tenemos un diálogo razonable”.
Pero luego el mensaje de Correas era mucho más directo que el del Gobernador: “Ellos a veces plantean cosas que suenan muy bonitas pero que son irrealizables”.
-A priori, se espera que el Gobierno y la nueva conducción del SUTE choquen en varias cosas, por ejemplo el operativo Aprender.
-Hay que ver cómo funciona el teorema de Baglini; una cosa es ser una secta adentro, donde están a la izquierda de la izquierda, y otra cosa es tratar de representar a mucha más gente. La participación que ha tenido el operativo Aprender, no sólo los padres, los alumnos y la mayoría de los docentes, sino fuera así no lo hubiera hecho nadie.
-¿Usted cree que van a cambiar de opinión por haber ganado las elecciones?
-Ellos usan políticamente eso. Van a estar en una contradicción. Van a tener que representar a todos los docentes y una enorme mayoría de ellos está de acuerdo con la evaluación. Sus ideas las van a tener que promediar con lo que siente la mayoría de sus afiliados.