"No hay ninguna posibilidad de una mega crisis. No hay posibilidad de default. Trabajamos todos los días para que no suceda", afirmó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el 15 de agosto en un programa de televisión.
El fantasma sobre un eventual nuevo default argentino venía impactando fuerte en el mercado financiero, tanto en la plaza local como en la internacional. En los últimos meses el Gobierno se ha focalizado en intentar desterrar esa idea.
Incluso, la ida urgente al Fondo Monetario Internacional (FMI) para solicitar un crédito récord allá por fines de mayo buscaba evitar por todos los medios alcanzables ir hacia una cesación de pagos.
En 2019 hay vencimientos de deuda por U$S28.300 millones, lo que estaría cubierto por el préstamos del Fondo. Quedará por pagar US$21.406 millones en 2020; US$25.114 millones en 2021; US$25.308 millones en 2022; y US$ 18.642 millones en 2023.
Ahora, al conocerse al detalle el proyecto de Ley de Presupuesto 2019 que elaboró Dujovne, se observa que si bien no se habla de default se plantea un escenario de posibles complicaciones para el pago de la deuda a futuro.
En principio, el texto dice que la deuda pública a fin de año representará el 87% del PBI, con un stock de 315.698 millones de dólares, y las necesidades de financiamiento para 2019 llegarán a 38.900 millones de dólares.
En la iniciativa, el Ejecutivo estimó que en 2019 se necesitan 2.500 millones de dólares de colocaciones netas y refinanciar otros 20.100 millones para cubrir todas las obligaciones de ese período.
La señal de alerta
El Gobierno de Mauricio Macri decidió proponerle al Congreso la modificación de la Ley 24.156 para habilitar que una eventual reestructuración de deuda ya no tenga que ser con una mejora en plazos, montos e intereses sino “en las condiciones
imperantes del mercado financiero”.
Es un tema que deberá ser respaldado o rechazado por ambas Cámaras legislativas. Y, por cómo viene la negociación política principalmente con el PJ Federal dialoguista, este tema parece ser un punto que no prosperará con facilidad.
El cambio es propuesto por el artículo 53 del proyecto de Ley de Presupuesto Nacional 2019 presentado el lunes en el Congreso por Dujovne, y el secretario de la cartera, Rodrigo Pena.
La medida que propone el Gobierno al Poder Legislativo es la de sustituir el Artículo 65 de la Ley Nº 24.156 y sus modificaciones.
El artículo a ser modificado dice que el Poder Ejecutivo podrá realizar operaciones de crédito público para reestructurar la deuda pública y los avales otorgados mediante su
consolidación, conversión o renegociación, "en la medida que ello implique un mejoramiento de los montos, plazos y/o intereses de las operaciones originales".
El nuevo texto propuesto por la gestión de Mauricio Macri propone: "El Poder Ejecutivo podrá realizar operaciones de crédito público para reestructurar la deuda pública y los avales otorgados mediante su consolidación, conversión o renegociación, atendiendo a las condiciones imperantes del mercado financiero".
Básicamente, la gestión Cambiemos advierte que si el país se ve forzado a ir hacia una nueva reestructuración de deuda, habrá que pagar lo que pida un mercado financiero mucho menos concesivo y más volátil que el que imperaba cuando Néstor Kirchner y Roberto Lavagna cerraron el canje más grande de la historia en junio de 2005.
El proyecto de ley redactado por Dujovne agrega que de constituirse con motivo de la realización de estas operaciones (una reestructuración) un incremento de la deuda pública, se deberá afectar la autorización de endeudamiento prevista para el ejercicio respectivo.
Esto indica que el Poder Ejecutivo podría encarar en 2019 o más adelante, si el Congreso lo habilita en la Ley de Presupuesto, una reestructuración de la deuda argentina por la que el país debería afrontar costos económicos.
"Las operaciones con cargo al presente artículo se realizarán en el marco de la estrategia plurianual de deuda que será definida por el ministerio de Hacienda", dice el texto presentado por Dujovne en el Congreso.