El Gobierno tuvo que salir a desmentir que habrá un “techo” para las próximas paritarias después de que una afirmación oficial en ese sentido provocara la inmediata reacción del jefe de la CGT Azopardo, Hugo Moyano.
Mientras crece la coincidencia en posibles acuerdos paritarios semestrales entre el Gobierno y algunos sindicatos, la Unión Industrial Argentina (UIA) anticipó, por medio de su vicepresidente y titular de la Copal (Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios), Daniel Funes de Rioja, que los empresarios no están en condiciones de otorgar un aumento como el que reclaman los gremios.
Fue el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, el encargado de salir al mediodía de ayer en conferencia de prensa y después de una reunión de ministros con el presidente Mauricio Macri, a desmentir, de hecho, lo que antes había asegurado el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.
“Es posible” fijar un techo de aumento de 25% para las paritarias “no sólo porque tenemos este programa antiinflacionario sino también por algunas medidas que va a tomar el Gobierno en relación a los impuestos que cargan el bolsillo de los trabajadores”, había dicho Triaca en referencia a los cambios en Ganancias prometidos por ley para el mes próximo.
La reacción de Moyano ante lo dicho por Triaca fue inmediata. “Si son paritarias libres, son paritarias libres. Pero si quieren limitarlas, que lo digan. Entonces empezamos a hablar en otro idioma”, dijo el jefe cegetista en una velada amenaza de huelga.
No obstante Moyano descartó por ahora una medida de esa naturaleza: “Cuando empezamos a pelear contra Carlos Menem, no lo hicimos a los 15 ó 40 días de Gobierno sino después de un tiempo prudencial”, dijo. Tomó distancia de los despidos en el sector público que han generado la reacción de los sindicatos estatales.
Ante la salida de Moyano, el jefe de Gabinete, junto al ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, salió a enmendar la plana a Triaca y a negar que haya un tope de 25% para la negociación paritaria. “Nosotros hemos dicho que la inflación este año rondará el 25% o incluso puede ser menos. Pero con eso no estamos planteando un techo a las paritarias. Sólo hablamos de un indicador de dónde va a estar la inflación”, dijo Peña.
También destacó que las negociaciones paritarias duran varios meses, “desde enero hasta octubre”. Así dejó abierta la posibilidad que había señalado Triaca y que no descartó el titular de la CTA oficialista en el anterior gobierno, Hugo Yasky, de acuerdos semestrales. El sindicato La Bancaria, de los primeros en abrir la negociación, pareció dar un paso en ese sentido al plantear el pago de una suma fija (serían 14 mil pesos) a cuenta del cierre de la negociación.
Tanto la CTA de Yasky, como la que conduce Pablo Micheli, sostienen que las próximas paritarias deberían cerrar con aumentos de entre 35 y 40% para compensar la pérdida del poder adquisitivo provocado por los aumentos de precios que precedieron y siguieron a la anunciada devaluación, más los incrementos de la tarifa de electricidad y los venideros en gas y transporte.
Ante la discusión, la UIA alertó que “de ninguna manera se puede llegar a 30% de aumento” y argumentó a través de Funes de Rioja que el empresariado necesita estabilidad macroeconómica, “lo que sólo se obtiene con inflación decreciente”.
La polémica se sumó al creciente malestar por los despidos en la administración pública que, tanto Peña como Triaca, “lamentaron”, pero sin los cuales, dijo el primero, no es posible “fortalecer el Estado”. Hoy, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) declarará un paro nacional para antes de fin de este mes frente a las cesantías que estimó en 5.300, en su mayoría por finalización de contratos.
El titular de ATE, Hugo Godoy, informó ayer que los últimos despidos en la administración pública fueron 113 empleados del Ministerio de Salud contratados desde hace años. En tanto, Micheli reclamó al Gobierno que prohíba los despidos por un año y retrotraiga la situación al 1 de enero, en el caso de los estatales.