Matteo Salvini, el líder de la ultraderechista Liga y nuevo ministro del Interior italiano, prometió en Sicilia utilizar el "sentido común" para acabar con naufragios y llegadas de migrantes y evitar que Italia sea "el campo de refugiados" de Europa.
"No tenemos una línea dura sino una línea de sentido común", insistió Salvini, que viajó a la isla sureña para respaldar a los candidatos locales de su partido antiguamente secesionista, que hace apenas unos años profería palabras durísimas contra el sur del país.
"Los buenos tiempos para los clandestinos se han terminado: prepárense a hacer las maletas", había lanzado el sábado. "Italia y Sicilia no pueden ser el campo de refugiados de Europa", insistió.
En cada una de sus etapas, era recibido por simpatizantes entusiastas pero también por contramanifestantes de izquierda, aunque mucho menos numerosos.
Frente al centro de identificación de migrantes de Pozzallo, bajo un sol abrasador, manifestantes de bandos contrarios estuvieron a punto de llegar a las manos mientras esperaban su visita.
Aunque conservando su tono combativo, Salvini matizó algunas de sus declaraciones anteriores, como cuando la víspera había arremetido contra los barcos de socorro fletados por oenegés a las que calificó de "vicetraficantes" de personas.
"Nadie me quitará la certeza de que la inmigración clandestina es un negocio (...) y ver que hay gente que gana dinero a costa de niños que después mueren me indigna", dijo tras la muerte de decenas (al menos 47) de migrantes frente a las costas de Túnez, otros nueve -entre ellos seis niños- frente a las costa de Turquía y uno más en aguas de España.
"Así que pienso que es mejor gastar el dinero (actualmente destinado al rescate y la acogida) en los países de origen. Ahora bien, si hay oenegés que quieren hacer el trabajo gratis está bien", declaró.
Los ministros del Interior de la UE deben precisamente discutir la revisión de una regla que obliga a los migrantes a presentar su solicitud de asilo en el primer país europeo al que llegan, durante una reunión mañana en Luxemburgo.
Eslovenia a la derecha
El partido antiinmigración del exjefe de gobierno conservador Janez Jansa, cercano al húngaro Viktor Orban, ganó ayer las elecciones legislativas en Eslovenia- "Hemos dado un primer paso a favor de una Eslovenia fuerte y responsable en Europa", se congratuló en un tuit Jansa, de 59 años, que durante la campaña recurrió al tono xenófobo del primer ministro nacionalconservador húngaro.
Europa se endurece con una nueva policía de frontera
Mientras la canciller alemana Angela Merkel salió ayer a respaldar la propuesta del presidente francés Emmanuel Macron de crear "una verdadera policía de frontera con competencias europeas", se conoció que al menos 44 refugiados y migrantes que intentaban llegar a Europa murieron ahogados este fin de semana en el Mar Mediterráneo.
A tres años de la llamada crisis de refugiados, marcada por el ingreso de alrededor de un millón de migrantes en menos de un año, Europa se encuentra sumida en un debate cada vez más nacionalista y antimigratorio.
Poco parece importar en los debates de los líderes políticos la precaria y violenta situación que enfrentan los refugiados y migrantes en sus países de origen y en los territorios que deben atravesar hasta llegar a Europa.