El Gobierno nacional insistirá el año próximo en una reforma laboral, tal como lo adelantó el presidente Mauricio Macri durante la cumbre del G20 y se comprometió en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio del crédito stand buy en vigencia.
La decisión de avanzar en ese sentido la volvió a reafirmar ayer a través del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, a pesar de la advertencia en contrario que hicieron esta semana los cosecretarios generales de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña.
También a contramano de las circunstancias políticas propias de que 2019 es un año electoral, más aun después de que el Gobierno ya tuvo que recular con un proyecto de reforma laboral hace exactamente un año, cuando quedó varado en el Senado en medio de una multitudinaria protesta popular que alcanzó también a la reforma jubilatoria, finalmente sancionada.
En declaraciones periodísticas, Sica sostuvo que la flexibilización laboral para darle "competitividad" a la economía "es más importante para los trabajadores que para los empresarios" y se manifestó confiado en llegar a acuerdos con la CGT y las centrales empresariales. "Vamos a impulsar la reforma laboral. Continuaremos con el diálogo con la CGT y con los sectores empresariales para bajar los costos extra salariales que nos quitan competitividad", aseguró.
Sica precisó que la reforma laboral con la que el Gobierno buscará avanzar se centra en la reducción de los costos extra salariales, pero no en el salarial (el ingreso) ni en la productividad. Sobre ese tipo de costos a bajar Sica precisó que se trata de los temas relacionados con riesgos de trabajo (se aprobó en 2017 una reforma de las ART que muchas provincias aún no ratificaron), la judicialización y la inasistencia laboral.
Según el ministro, "hay que trabajar sobre multas y penalizaciones que generan costos a empresas y que no percibe el trabajador. Hay empresas pymes, que son las que más trabajo generan, que a veces están inhibidas de contratar más porque un empleado a los tres meses te hace un juicio y pone en jaque hasta la propia empresa".
Sica aseguró que no estarán dentro de la reforma laboral los asuntos más sensibles, como el régimen de indemnizaciones, la modalidad de contratación y el seguro de desempleo, a partir del Repro.
El miércoles pasado el cosecretario cegetista Daer había advertido que "en vez de amagar con una reforma laboral que no va a pasar en el Congreso, el Gobierno debería llamar de nuevo y reabrir esa instancia para discutir el piso del salario mínimo".
Al día siguiente la CGT formalizó el pedido mediante una nota en la que pidió una "urgente" convocatoria al Consejo del Salario para actualizar el mínimo.