El gobierno nacional salió a aclarar que las Fuerzas Armadas no participarán en tareas de seguridad interior ni en la represión de protestas sociales y descartó así los planteos de la oposición y de los organismos de derechos humanos contra la normativa que se estableció para ampliar el accionar militar.
"Ni se nos ocurrió jamás pensar en una hipótesis de esa naturaleza", sentenció el ministro de Defensa, Oscar Aguad, sobre la posibilidad de que los integrantes de las FFAA puedan sumarse a tareas de patrullaje en las ciudades.
Más tajante aún fue su par de Seguridad, Patricia Bullrich, quien aseguró: "No habrá ningún militar en ninguna calle de ninguna ciudad del país".
Ambos funcionarios se encargaron de subrayar que el objetivo es reubicar los recursos militares en las zonas de fronteras más expuestas frente a las amenazas del narcotráfico y del terrorismo.
“Lo que ahora se permite es que las FFAA actúan frente a cualquier ataque de origen externo, que puede ser perpetrado por un Estado o por nuevas organizaciones que existen, que son el terrorismo, el narcotráfico, o cualquier otra organización que ponga en peligro fundamentalmente la soberanía territorial argentina”, remarcó Aguad.
Aguad y Bullrich tuvieron que salir a explicar el alcance de la normativa que ayer oficializó el gobierno nacional para modificar las leyes que condicionaban el despliegue de las Fuerzas Armadas: solamente podían actuar ante amenazas externas provenientes de otros Estados.
“Van a estar más instaladas en las fronteras con una distribución territorial más inteligente”, opinó la ministra de Seguridad, para luego señalar que, de ahora en más, las FFAA van a intensificar su “acción logística en apoyo” del combate contra el narcotráfico.
Puntualmente, la ministra se refirió a la “estrategia del embudo" que consiste en sumar presencia militar en varios de los puntos más expuestos de la frontera. Según explicó, de esta manera se reducirán los potenciales pasos para ingresar ilegalmente al país y se permitirá un control más efectivo de las fuerzas de seguridad en esos espacios.
“Las tareas que hoy realizamos no son tanto de patrullaje (en las fronteras). Hemos cambiado el paradigma de la casualidad a la causalidad, y la causalidad es inteligencia criminal, investigación, trabajar con los fiscales, seguir las bandas. Ninguna de esas tareas las puede hacer el Ejército. Lo que puede hacer es cubrir zonas, para que en esas zonas no haya tránsito ilegal de personas o del narcotráfico, que funcione como una barrera de vigilancia”, diferenció.
Bullrich también rechazó que uno de los objetivos sea, tal como trascendió inicialmente, enviar a los militares para reemplazar a las fuerzas federales que actúan en la frontera y luego redistribuirlas en zonas calientes del interior del país.
"Nosotros estaríamos muy locos si hoy sacásemos gente de Gendarmería, de Prefectura o de la Policía Federal de las fronteras", planteó.
Una de las dudas que surgió con la nueva normativa era si se habilitaba la presencia de militares en los barrios calientes de las grandes ciudades del país, principalmente por el nuevo rol de brindar asistencia para combatir al narcotráfico.
Y la aclaración llegó de manos del propio Aguad, quien afirmó: "El problema de la fragmentación territorial. Como por ejemplo, en México y Colombia, se apoderan de una parte del territorio y además se constituyen como Estado, dictan su propia ley y ahí se ejecuta su propia ley. Sustituyen al Estado nacional por un Estado propio, ese es un problema de la Defensa, si no se da en esas condiciones, es un problema de Seguridad".
Desde el gobierno nacional negaron también los planteos opositores, que denunciaron que la voluntad era facultar las FFAA con el marco legal que permita utilizarlas para reprimir protestas sociales.
“Los militares van a cuidar la soberanía del país en las fronteras y a hacer sus tareas de modernización de su estructura, tal cual dijo el Presidente. No va a haber ningún militar en ninguna calle de ninguna ciudad”, insistió Bullrich y subrayó que está “absolutamente descartado, totalmente” que se destine a las FFAA a tareas de seguridad interior.
La nueva normativa
El plan de reconversión militar se puso en práctica hoy con la publicación, en el Boletín Oficial, del decreto que 683 que modifica el decreto 727 y deroga el 1691 que se firmaron durante la presidencia de Néstor Kirchner.
Los cambios que se aplicaron establecen que las Fuerzas Armadas ya no sólo podrán actuar ante amenazas de provenientes de otros Estados sino que “serán empleadas en forma disuasiva o efectiva” ante cualquier “agresiones de origen externo”.
Entre las modificaciones también se indica que las FFAA podrán abocarse en el futuro a "operaciones en Defensa de los intereses vitales de la Nación; Operaciones dispuestas en el Marco de la ONU u otros organismos internacionales".
Finalmente, también se les otorgó la facultad para ejercer la "custodia de objetivos estratégicos", entre los que se contemplarían las centrales nucleares y yacimientos como Vaca Muerta.