Las autoridades nepalíes tuvieron que instalarse en refugios improvisados en Katmandú para coordinar ayer la ayuda masiva destinada a las zonas más remotas, después de que los edificios oficiales quedaran muy afectados por el último sismo.
El terremoto de magnitud 7,3 del martes provocó corrimientos de tierra y el derrumbe de edificios debilitados por el enorme seísmo del 25 de abril, en el que murieron 8.000 personas y 500.000 viviendas quedaron destrozadas.
El gobierno, que reconoció verse superado por la magnitud del desastre, intenta acelerar la llegada de la ayuda a las remotas zonas montañosas del este de Nepal, el área más dañada por el terremoto.
Los daños sufridos por el complejo gubernamental de Singha Durbar, en Katmandú, dificultan aún más la tarea de las autoridades.
El portavoz del primer ministro, Uttar Kumar Khatri, indicó que su propio equipo está trabajando en una tienda de campaña.
“Nuestras operaciones se centran en la gestión de la catástrofe”, dijo. “Intentamos encontrar un sitio para todos en edificios seguros”.
En Katmandú, donde murieron 11 personas el martes, muchos supervivientes, preocupados por el estado de sus casas, volvieron a dormir al raso.
Helicóptero desaparecido
Las autoridades retomaron ayer una operación de rescate para encontrar un helicóptero militar estadounidense, que desapareció el martes con ocho personas a bordo, mientras llevaba ayuda a las víctimas del terremoto.
Por tercer día consecutivo, varios helicópteros norteamericanos y nepalíes, y cientos de hombres rastrean la zona montañosa del distrito de Dolakha (este), donde desapareció el aparato.
“Hemos retomado la búsqueda a primera hora con dos helicópteros del ejército. Unos 400 militares han sido desplegados”, comunicó Rajan Dahal, un responsable del ejército, por teléfono. Muchas regiones siguen inaccesibles por carretera y más de 1.400 personas fueron evacuadas por helicóptero, la mayoría por el ejército nepalí.
El balance del terremoto del martes, cuyo epicentro se situó a 76 kilómetros al este de la capital, es ya de 96 muertos y 2.500 heridos, según el portavoz del ministerio del Interior, Laxmi Prasad Dhakal.
La mayoría de las víctimas eran originarias de Dolakha y de la provincia vecina de Sindhupalchowk. El sismo también mató a 17 personas en India y una en Tíbet.
Esa nueva sacudida complicó los esfuerzos por llegar a las zonas más remotas del país, ya que los corrimientos de tierra cortaron varias carreteras.
La ONU indicó que se necesitan urgentemente tiendas de campañas, generadores y carburante para garantizar que sigan emitiendo las radios y la recogida de información procedente de las comunidades afectadas.
Según los científicos, el terremoto del martes es consecuencia de una reacción en cadena provocada por el sismo del 25 de abril en la provincia de Lamjung, al oeste de Katmandú.
“Los grandes sismos suelen venir seguidos de otros terremotos, a veces tan fuertes como el primero”, explica Carmen Solana, vulcanóloga de la universidad británica de Portsmouth.
Nuevo sismo: casi 100 muertos
Katmandú. El balance de víctimas por el sismo del martes en Nepal es ya de 96 personas, indicaron ayer las autoridades.
El gran terremoto de hace 18 días dejó más de 8.000 muertos y destruyó más de 300.000 hogares en Nepal.
“Empezamos temprano hoy con dos helicópteros del ejército. Cerca de 400 soldados han sido desplegados”, dijo por teléfono el agente Rajan Dahal, desplegado en el distrito de Dolakha.
Más de 1.400 personas han sido rescatadas por el ejército nepalí en las zonas más afectadas.
El portavoz del ministerio de Interior, Laxmi Prasad Dhakal, dijo que la cifra de víctimas del terremoto del martes es ya de 96 fallecidos y que hay 2.500 heridos.
El epicentro del sismo se situó a 75 kilómetros al este de Katmandú.