El Gobierno de Mendoza retomará el control del yacimiento Potasio Río Colorado y saldrá en busca de un nuevo inversor, que podría convertirse en socio de una empresa creada por el Estado. El avance de la Provincia sobre el yacimiento llega luego de tres años de negociación con la minera Vale, que hasta hoy mantiene el derecho de explotación.
La empresa brasileña lleva invertidos más de U$S 2.000 millones en el proyecto ubicado en el sur de Malargüe, pero hace seis años que la mina permanece inactiva. La falta de operaciones le daría derecho a la Provincia de exigirle a la compañía que "desinvierta" el dinero desembolsado y deje la zona como la recibió.
Sin embargo, de acuerdo con el ministro de Economía de la provincia, Martín Kerchner, la “desinversión” le significaría a la empresa incurrir en mayores gastos en una zona que no piensan operar. Por este motivo, la firma brasileña prefiere ceder los derechos, el capital, y todo lo invertido en Mendoza al Gobierno y retirarse sin que esto les ocasione nuevas erogaciones.
"Después de tres años de negociaciones, hemos iniciado el proceso de transferencia del paquete de acciones a la Provincia, para que sea Mendoza la que controle el proyecto y reactive la mina que lleva seis años parada", explicó el ministro.
Para ello se firmó un principio de acuerdo que establece un plazo de 90 días para que Mendoza realice una auditoría general con organismos estatales y entes “de afuera”. Si todo está en condiciones, se firmará el contrato de cesión de acciones, que luego deberá obtener la ratificación legislativa (por tratarse de un movimiento patrimonial).
"Tenemos que empezar a negociar con inversores. Algunos han manifestado su interés, como los miembros del Instituto de Investigación en Minería de Potasio de Shangai (China consume el 20% del potasio mundial e importa el 50% de lo que consume), quienes ya visitaron la provincia y volverán la semana que viene. Tanto ellos, como otros posibles inversores, esperan que el Estado sea socio y aporte capital, de manera de ingresar con parte de la inversión ya hecha", agregó Kerchner.
Una razón para ceder
El ministro explicó el motivo por el que Vale renuncia a una inversión multimillonaria que incluye dos edificios administrativos, el yacimiento de 80.000 hectáreas, vehículos, un aeropuerto, y las torres para un tendido eléctrico que dejarán a medio terminar, en favor del Estado: "No se pueden llevar lo invertido ni desarmar los edificios. Ir a juicio con la Provincia les tomaría cinco o seis años, en el que solo ganarían los abogados", dijo.
La empresa, producto de la caída del precio internacional del potasio (bajó de U$S 600 a U$S 250 la tonelada), ha decidido dejar de lado el negocio de la extracción de sales para el uso en la fabricación de fertilizantes y concentrarse en el hierro.
Una minera estatal
La decisión final sobre una posible sociedad entre el Estado y un potencial nuevo inversor, estará a cargo del próximo Gobierno. El plazo para evaluar el proyecto finalizará en diciembre, cuando el destino político de la provincia ya esté definido. Por tanto, será tarea de la nueva administración continuar con el proceso.
"Existe la opción de ampliar el objeto de Emesa (Empresa Mendocina de Energía), para que aporte la inteligencia en minería y conserve parte de las ganancias para generar nuevas startup (empresas emergentes)", agregó Kerchner.
Esquema con Vaca Muerta
El interés de Mendoza en Potasio Río Colorado comprende el desarrollo de toda la zona, y no solo la extracción de sales. Según explicó Kerchner, la puesta en marcha del proyecto se "enmarca en una visión más amplia" con sede en Malargüe, y principalmente en Pata Mora (a 20 km del yacimiento).
El tendido eléctrico que comenzó Vale, el aeropuerto y el Parque Industrial planeado para el sur del departamento, también prestarán servicios para la Lengua Norte de Vaca Muerta y "terminarán de cerrar el anillo de desarrollo con Portezuelo del Viento".