El gobernador, Alfredo Cornejo, logró la ley con la que pretende abrirle la puerta a los "abogados de la calle" a los cargos en la Justicia. En la sesión de hoy, la Cámara de Diputados le dio sanción final a la modificación del Consejo de la Magistratura, un órgano creado por las Constitución provincial que se encarga de la evaluación de los aspirantes a ser jueces, fiscales, defensores oficiales y camaristas de los distintos fueros.
"El 98% de las ternas a magistrados son con miembros del Poder Judicial que buscan ascender", diagnosticó el subsecretario de Justicia, Marcelo D'Agostino, autor de la ley y encargado de supervisar el debate legislativo. De este dato se desprende que el 2% restante de los que logran ser jueces son abogados privados.
Según explicaron, el desequilibrio radica en que los empleados que trabajan en el Poder Judicial cuentan con más facilidades a la hora de prepararse para rendir y postular a magistrado. Estas ventajas consisten en un horario y salario fijo, que deja tiempo libre para estudiar, y días de licencia por examen, condiciones que no se dan en el ámbito privado.
Desde un punto de vista político, Cornejo busca que los abogados privados le den otro perfil a la Justicia. Quiere magistrados full time, dispuestos a trabajar en la tarde y que no posterguen audiencias para viajar a un congreso o dar clases. En contrapartida, en el Poder Ejecutivo no les interesa tanto que los jueces y fiscales sean muy académicos pero alejados de la realidad.
Para lograr el equilibrio, se modificó un punto sustancial de la ley. Entre otros cambios que hacen al examen, a partir de ahora el desempeño laboral que tienen los abogados privados, “de la calle”, valdrá tanto como los estudios y la experiencia de los que trabajan en el Poder Judicial.
“El objetivo principal es tener una justicia más cercana e incorporar un mecanismo de selección que nos de el perfil de magistrados que buscamos”, señaló el diputado radical, Gabriel Balcells Miró en la sesión de hoy