Aunque fue Tadeo García Salazar, el intendente electo, quien ingresó primero por el pasillo principal de un colmado Cine Teatro Plaza, el acto de jura y traspaso de mando fue en realidad el momento en que el jefe comunal saliente, Alfredo Cornejo, brindó el primer discurso de una jornada que lo tuvo como gran protagonista.
Y no sólo se despidió de Godoy Cruz, lugar de todos los que ocupó en la gestión pública hasta ahora donde asegura que se ha sentido más a gusto, por estar en contacto directo con los vecinos, sino que también lamentó que no recibe la provincia del mismo modo en que deja el departamento.
Lo habitual es que la sesión especial de juramento al intendente electo y cambio de mando se desarrolle en el Concejo Deliberante, pero los escritorios de los concejales fueron trasladados ayer al escenario del tradicional cine y teatro frente a la plaza departamental.
En las butacas se ubicaron los integrantes del gabinete provincial, los funcionarios municipales, legisladores provinciales y nacionales, ex intendentes y jefes comunales electos del Gran Mendoza; en tanto los asientos del segundo piso fueron reservados para los militantes.
El discurso de Cornejo alternó una revisión de su gestión, para destacar las buenas condiciones en que le deja el municipio a su sucesor, y las diferencias con la situación de la provincia. “Tadeo va a poder soñar grandes proyectos para los vecinos. Yo no sé si voy a soñar o va a ser más una pesadilla”, fue una de las frases que resumió, con ironía, esta contraposición y que marcó lo que diría después al asumir en la provincia.
Así, subrayó que la comuna tiene ahorrados unos 63 millones de pesos, suficientes para afrontar los sueldos de los empleados municipales durante tres meses, y que además el Estado provincial le adeuda a Godoy Cruz un monto similar. “No sé cuándo te lo van a pagar”, fue una de las bromas que le dirigió a su sucesor, García Salazar.
En cambio, señaló que cada día recibe alguna sorpresa sobre la situación de Mendoza, las más recientes que los tres hospitales principales -Central, Lagomaggiore y Notti- casi no tienen insumos y que se aumenta el valor del pasaje del transporte público de pasajeros, como un modo de frenar el conflicto por la deuda.
Cornejo se manifestó un defensor de la buena administración, en oposición a la “politiquería”, “los grandes relatos” y “el humo”. El jefe comunal saliente y gobernador -hasta ese momento- electo, resaltó la labor de su predecesor, César Biffi, ya que le legó un municipio ordenado, algo que, comentó, no ha ocurrido con otros intendentes que han iniciado o iniciarán pronto su gestión: Omar De Marchi (Luján), Daniel Orozco (Las Heras) o Marcelino Iglesias (Guaymallén). Sin embargo, alabó la gestión y el gesto de acompañar el acto de ayer del justicialista Alejandro Bermejo.
En cuanto al 71% de los votos que obtuvo Tadeo García Salazar, planteó que “no es magia” sino “pura gestión”. Indicó que se concentró en brindar servicios públicos de calidad e incrementar la inversión en obras públicas de 7% a 21% del presupuesto en ocho años, sin tomar un solo crédito.
También, que recibió una planta municipal de 2.033 empleados y lo deja con 1.450, pero advirtió que no hubo despidos sino jubilaciones e incluso que se ayudó a completar los aportes para que esto fuera posible.
Cornejo comentó que le resultaba difícil desprenderse del cargo. “Me cuesta dejarlo, como a Cristina”, fue el comentario irónico en referencia a la presidenta Fernández de Kirchner. Y luego agregó que le deja a su sucesor flores rojas en los jardines (una alusión más a la mandataria nacional).
Antes de bajar del escenario con aplausos de pie de la mayoría de los asistente, resaltó que sabe de la capacidad, inteligencia y predisposición de García Salazar, y que está seguro de que logrará que el departamento esté mejor.
A su turno, el flamante intendente -luego de jurar “por Dios, la Patria, el honor, la democracia y los ciudadanos de Godoy Cruz”- reiteró que la suya será una continuidad de los 16 años de gobierno radical en el municipio.
Pero que también espera poder avanzar en la reducción de los desequilibrios históricos en el territorio y seguir abordando los temas que preocupan a los vecinos (y exceden a los servicios municipales) como la seguridad, la educación y la salud.
García Salazar adelantó que el trabajo conjunto con sus pares en el área metropolitana se concentrará en el transporte público, el tránsito, la gestión de residuos y la definición de un código de edificación y de normativas de comercio e industria unificados. Su compromiso fue que el departamento “siga creciendo y siendo el mejor lugar para vivir”.