Fue raro ir a cubrir un partido al Malvinas Argentinas entre un equipo de Buenos Aires y uno de Tucumán. Más raro aún fue ver el partido, sino dejarse llevar por la inmensa ausencia de gente que había en el mundialista.
Hasta que Huracán y Atlético Tucumán regalaron 90 minutos aburridos y un suplementario no apto para cardíacos.
Los 90 terminaron empatados en un tanto, pero en el alargue el “Globo” aplastó al “Decano” y se quedó con el quinto ascenso de la Zona B.
El partido arrancó con un Huracán mejor parado y más vertical a la hora de buscar el arco contrario, con un “Pity” Martínez picante y con chances de convertir (tuvo dos muy claras, una pegó en el palo). Pero Atlético Tucumán comenzó a equilibrar el trámite y ahí fue cuando el partido se volvió aburrido y predecible.
En el segundo tiempo llegó el primer cimbronazo: asistencia de la “Pulga” Rodríguez, gol de Menéndez y los 100 tucumanos “invitados” al partido delirando en el sector norte de la platea techada.
Pero el “Globo” se destacó en este torneo por no bajar los brazos y así llegó el empate de Mancinelli. Después del empate lo tuvo de nuevo el “Decano”, pero la más clara fue del “Globo”: Abila define por encima de Calviño, la pelota dio en el palo y Casais, en el afán de despejar la pelota, reventó el travesaño con una pifia.
Estaba marcado que el partido se tenía que ir al suplementario.
Los primeros minutos fueron de estudio y nervio, ninguno se quería equivocar y por eso el partido fue aburrido. Hasta el que mago Apuzzo se la jugó por el pibe Romero Gamarra, que en la primera pelota que tocó puso el 2-1 para romper el partido.
Los tucumanos lo fueron a buscar y se suicidaron y así llegaron los goles de Abila y Torassa para darle un cierre definitivo al partido y darle rienda suelta a toda la alegría contenida en el banco de suplentes. Es que todos quería festejar que Huracán es de Primera.
