Cuentan que la charla técnica fue muy emotiva y que llegó al corazón de los jugadores. Al lugar más profundo. Diferente a las anteriores.
Y quien se puso al frente del plantel fue el Tanque Giménez, viejo guerrero de grandes batallas. Conocedor de esta clase de partidos, donde se deja el alma y la piel herida.
¿Qué se dijo en la intimidad del vestuario?. Que debían ganar el partido con autoridad, con carácter y personalidad. Que si había que dejar de lado el juego bonito para darle lugar al coraje, no debían dudar de ninguna manera.
Y ellos en la cancha respondieron, cumplieron a la perfección. Porque eso fue Huracán, un equipo con el pecho inflado que pisó fuerte y se quedó con un partido que lo deja con medio pasaje a la final del torneo.
Para tamaña misión siempre se debe contar con un guía- futbolístico y anímico-, ese que marque el camino de sus compañeros y acomode las cosas en los momentos justos.
Ese pequeño gigante tiene nombre y apellido: Cristian Lucero.
El delantero ya dejó de ser el “Torito”, es un “Torazo” que aparece cuando el equipo más lo necesita. Una vez más lo hizo con sus goles y su enorme entrega física.
Por eso no es sorpresa que ya se haya metido a los hinchas del Globo en el bolsillo.
El delantero es cosa seria, y queda claro que es ideal para jugar partidos de esta trascendencia y calibre.
Colón había dejado afuera al “cuco” de Pacífico y la gran incógnita era saber cómo se plantearía en el General San Martín. Y la realidad es que el elenco sanjuanino fue una sombra que dio muchas ventajas, armó una estrategia para no perder y terminó sucumbiendo sin dar respuestas.
Cualquier sistema defensivo se derrumba cuando enfrente hay un atacante como Lucero, que siempre encuentra el lugar y el espacio para convertir en víctimas a los rivales.
El nueve estuvo para abrir el cerrojo con un golazo, luego generó un penal y él se encargó de sentenciar el compromiso. Una tarde completa.
Detrás hubo un equipo sólido que no sufrió inconvenientes en el trámite, pero que podría haber convertido algún gol más para liquidar la serie.
Huracán está más fuerte que nunca, ya tiene medio pasaje y va por el resto para llegar a la final y agrandar el sueño de ascenso.