El mundo del automovilismo no solamente es noticias relacionadas a lo que sucede dentro de una pista en un fin de semana de actividad, sino también tiene historias que merecen ser contadas. Como la de Patricio Di Palma, subcampeón del Turismo Carretera en 2006, quien en un gesto puro de amor le donó un riñón a su hija, quien fue diagnosticada en 2015 de Vasculitis por Anca.
A Agustina Di Palma le diagnosticaron un síndrome nefrótico que no era tan grave como parecía. Pero en 2017 le diagnosticaron una enfermedad en la sangre: Vasculitis por Anca, granulomatosis de Wegener. Desde ese momento se dieron cuenta que la enfermedad también le llegó a los riñones y a su vez le atacaba los pulmones, pero por suerte los médicos trabajaron a tiempo y no afectó esa zona. A todo esto tuvo que hacer diálisis cuatro veces por día y le pasaron mucha cantidad de corticoides, donde aumentó 12 kilos, que la afectó físicamente.
Dino Di Palma, hijo de Patricio y hermano de Agustina, dialogó con Clarín y manifestó: “Papá no dudó un segundo en donar el riñón, apenas saltó esto en el 2017 que mi hermana necesitaba el riñón, papá fue el primero en decir yo se lo dono porque ya se sabía que era muy compatible entre padre e hijo las probabilidades son muy altas de ser compatibles. Después de todos los estudios le dieron que eran compatibles, así que apenas le dieron la fecha de trasplante que fue hace una semana ni lo dudaron”.
Y luego agregó que Patricio siempre le gustó el asunto de donación de órganos: “Papá fue el primer piloto en donar sus órganos en el 2000, 2001. Él siempre quiso hacer una campaña de concientización por donaciones de órganos porque siempre le gustó todo esto y ahora dio justo la casualidad que le donó el riñón a mi hermana y ahora más que nada lo quiere hacer, quiere meterse en el INCUCAI y hacer campañas de concientización y lo importante que es donar órganos”.
Hace dos días, Agustina compartió un emotivo mensaje en su cuenta de Facebook que dice lo siguiente: “En 2015 me diagnosticaron un síndrome nefrotico. Lo cual, no le di mucha importancia ya que era media pendeja y nunca pensé que podía llegar a necesitar un trasplante, me lo tome todo muy a pecho. En octubre de 2017, empecé a escupir sangre. Me diagnosticaron una enfermedad en la sangre, vascultis por ANCA, granulomatosis de wegener que, se dieron cuenta, que eso llevo a los problemas en los riñones y en ese entonces me estaba atacando el pulmón, por suerte, los médicos pudieron tratar a tiempo el problema de los pulmones. Tuvieron que pasarme MUCHO corticoides, por lo cual engorde 12kg, me salieron granitos, estrías, pelos, la cara de luna llena, se me lastimaba dentro de la boca, una súper joroba... Había días que no quería salir de mi casa porque me daba vergüenza, y después pensaba, no es mi culpa, estoy enferma. En febrero, fui a hacerme análisis, me internaron, y me dijeron que elija que diálisis quería hacerme hasta que haga el trasplante de riñón. Elegí la peritoneal, cuando me desperté, y vi el cateter en mi panza, me relaje. Y, me prometí nunca más avergonzarme de mi cuerpo, que lo más importante, es la salud, lo demás, son sólo estereotipos de belleza, querete, Amate, ¡tal cual sos! Que así, son perfectos”.
Papá es un ídolo es la película que protagonizó Guillermo Francella en el año 2000, quien podrá decir esta frase también será Agustina Di Palma ante semejante gesto de su padre.