El técnico de Boca, cuestionado en los últimos días por las actitudes y declaraciones tras el escándalo en la Bombonera por Copa Libertadores, volvió a tener un gesto humano y solidario que vale la pena destacar.
Una vez finalizado el choque ante Huracán, fue al vestuario visitante y felicitó a todos los jugadores del Globo. No sólo eso, fue uno por uno y les levantó el ánimo a los que estaban más cabizbajos.
Mientras los jugadores de Huracán se estaban bañando para emprender la vuelta a Mendoza, un colaborador de Boca entró al vestuario con un bolsón que en su interior llevaba todas las camisetas que habían usado los jugadores de Boca. El regalo de sus pares xeneizes fue recibido con alegría por el plantel lasherino y los jugadores se repartieron los obsequios.