La británica Naomi Scott se puso en la piel de la icónica princesa Jasmine (Jazmín) para la nueva versión del clásico de Disney "Aladdin", dirigida por Guy Ritchie, para darle una nueva profundidad al personaje, acorde a los tiempos, en el que la preocupación de la hija del monarca es su propia libertad para ayudar a su pueblo.
"No solo lucha por la libertad de elegir a su marido, que es muy importante, sino también por su completa libertad y la paz de su gente. No solo está interesada en sí misma, sino que también lo está en todos. Creo que eso es diferente y hace que sea incluso más dinámica, activa y ambiciosa. Para todos ese era el plan, que fuera una líder. Disfruté mucho del argumento y el guión que trabajó el equipo, y me sentí muy reflejada en él", dijo Scott en entrevista con Télam.
La historia, cuyo original se encuentra en "Las mil y una noches", es sobre Aladdin, un joven callejero de la ficticia ciudad de Agrabah que, embaucado por un brujo, se hace con la lámpara mágica de la que sale un genio (Will Smith, en este caso), quien lo convierte en un príncipe capaz de enamorar y casarse con Jasmine.
"La película se estrenó en 1992, que fue antes de que yo naciera, pero cuando la vi me encantó. Esa es la magia de este tipo de películas, no importa cuándo veas un clásico de Disney, siempre va a ser nuevo para uno, incluso ahora. Era una de mis películas favoritas, tanto para mí como para mi hermano. Amamos 'Aladdin' y me siento identificada con Jasmine", agregó la actriz, que viene de protagonizar "Power Rangers".
-Es una película icónica para muchos. ¿Qué diferencias tiene con la primera?
-Tiene todo lo que tiene la original. Creo que lo importante es que Jasmine tiene la energía femenina. Y lo que es importante de esta película es el foco que hace en la relación entre el Genio y Aladdin, que es especial. También Jasmine tiene una nueva canción, donde habla de su camino en encontrar a su hombre. La canción tiene un mensaje poderoso y creo que se puede relacionar con otras personas que tienen esa sensación de que todo el tiempo las apagan. Al principio de la película, la princesa Jasmine es rechazada por el pueblo, y creo que es importante ver eso en la pantalla, ver cómo actúa para cambiar eso.
-Esta nueva Jasmine se mete en la discusión sobre rol de las mujeres en el mundo. ¿Estás de acuerdo con eso?
-Sí, totalmente. La sociedad ahora está discutiendo políticas sobre lo femenino y diría que eso coincide con Jasmine. Ahora vemos más mujeres siendo protagonistas de shows de TV, políticas, activistas y en diferentes aspectos de la sociedad, entonces para mí poder personificar esa idea es un privilegio. Y que el protagonista masculino aliente eso también es algo muy positivo.
-¿Sabías algo de la cultura árabe y persa antes de grabar "Aladdin"?
-Yo crecí en un ambiente increíblemente multicultural y a nivel personal creo que es importante mostrar en la pantalla diferentes culturas. Lo que me encantó de “Aladdin” es que realmente tratamos de representar bien esta cultura y la región árabe. Creo que fue muy bueno filmar en Jordania, todo lo desértico que se ve es real. Y me gusta mucho la idea de que mucha gente va a ver la película y reconocer elementos de su propia cultura. Creo que pudimos representarlo muy bien y estoy muy orgullosa de eso.