Por los fuertes recortes, en los 8 primeros meses de este año los gastos corrientes primarios (sin intereses) aumentaron el 20,5% respecto de un año atrás. Son 7,5 puntos por debajo de la inflación.
Pero sumados los intereses de la deuda, "el aumento total del gasto corriente y de capital fue de 25,8%, unos 2,2 puntos porcentuales inferiores a la inflación", según la Ejecución Presupuesto de la Administración Pública Nacional (APN) que elabora ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto).
Así, la fuerte caída en términos reales de los gastos corrientes, en buena parte fueron compensados por la mayor carga de intereses.
ASAP precisa que "los intereses de la deuda pública ascendieron en los primeros ocho meses del año a $ 276.076 millones, con una suba del orden del 69% interanual, constituyéndose en el segundo rubro en importancia luego de las Prestaciones a la Seguridad Social; en igual período del año pasado se ubicaban en tercer lugar luego de Prestaciones de Seguridad Social y de Transferencias al Sector Privado".
Los mayores recortes recayeron sobre los gastos de capital. En términos nominales se redujeron un 18%. Si se descuenta la inflación, representa una caída en términos reales de 36%. También se achicaron la compra de bienes y servicios, mientras los salarios públicos tuvieron una disminución de 6%, descontando la inflación.
No obstante, las transferencias por subsidios tuvieron un comportamiento disímil. Los subsidios al sector energético aumentaron 29,4%, "por el importante incremento de las asignaciones a Cammesa (57,5%) explicables por los mayores desembolsos durante junio y julio como efecto de la devaluación sobre el costo del combustible".
Lo mismo pasó con Subsidios de Consumos Residenciales de GLP de Sectores de Bajos Recursos (42,8%) y a Enarsa (193,7%). "Cabe destacar que debido al mencionado efecto de la devaluación de la moneda sobre el costo de la energía, los subsidios energéticos crecieron 204% durante agosto con respecto al mismo mes del año pasado", aclara ASAP.
Los subsidios al transporte automotor por las compensaciones a colectivos y micros de media y larga distancia, y en menor medida, a través a compañías petroleras por la venta de combustible a precio diferencial para el transporte público, crecieron menos.
En cambio, las asignaciones para el transporte ferroviario que se canalizan en su mayor parte a través de dos empresas públicas tuvieron incrementos por encima de la inflación. Y lo mismo las transferencias a dos empresas privadas, Ferrovías (+36,4%) y Metrovías (+33,5%), concesionarias de dos líneas de ferrocarril (Belgrano Norte y Urquiza ).
Las empresas públicas no vinculadas al transporte ni a la energía demandaron transferencias para sus gastos de funcionamiento un +36,5%, mientras los subsidios destinados al sector industrial cayeron 37,4% y las asignaciones al sector rural y forestal (que incluye al sector agroalimentario) se redujeron 87%.
