Los integrantes del gabinete de gobierno de Donald Trump, por lo menos los principales, se caracterizan por ser personajes poco tradicionales y algunos de ellos, al igual que Trump, con poca o ninguna experiencia política.
También se ven las caras de insiders de Washington que lo apoyaron durante su impetuosa candidatura, y unos cuantos republicanos que, distanciados del magnate por algunas de sus ofensas, se reconciliaron para ser parte de su administración.
En síntesis, el poder se concentra en manos de blancos, en su mayoría hombres y, también, en buena parte muy ricos y muy conservadores. El gabinete Trump es el menos diverso y más elitista que tiene Estados Unidos en décadas.
Solo dos mujeres tienen rango de ministro en su equipo. Por primera vez desde 1988, no habrá ni un solo un hispano en el gabinete. De los 15 puestos en el gabinete de Trump con rango de ministro, 13 son blancos. La única excepción la componen el nominado a secretario de Vivienda, Ben Carson, que es afroamericano, y su colega de Transporte, Elaine Chao, de origen taiwanés.
El gabinete de Trump vale su peso en oro, casi literalmente. El magnate que hizo campaña clamando contra Wall Street y que prometía acabar con la corrupción en Washington, es seguido por un equipo que tiene una riqueza combinada de 14.500 millones de dólares, según las cuentas de la cadena NBC.
Aunque todos los presidentes de la era reciente han contado con multimillonarios en sus gabinetes, el de Trump bate récords. Es, según esta emisora, 30 veces más rico que la Casa Blanca de George W. Bush.
Entre sus miembros más ricos, más allá del propio Trump: el subsecretario de Comercio, Todd Ricketts, cuya fortuna se valora en 5.300 millones de dólares; la secretaria de Educación, Betsy DeVos (5.100 millones); el secretario de Comercio, Wilbur Ross (2.500 millones); la directora de la Oficina de la Pequeña Empresa de la Casa Blanca, Linda McMahon (1.600 millones).
El futuro jefe de la diplomacia tampoco puede considerarse desafortunado: acaba de recibir una indemnización de 180 millones de dólares de la empresa que dirigía, la petrolera Exxon Mobil.
Los siguientes son algunos de los hombres y mujeres que acompañarán en la gestión al magnate inmobiliario.
Mike Pence, vicepresidente, es cristiano, abogado y ex gobernador de Indiana. Presidirá el Senado.
Rex Tillerson, secretario de Estado. Tiene el puesto diplomático de mayor jerarquía de EEUU. Es el principal asesor en asuntos exteriores.
Jeff Sessions, fiscal general. Encabeza el Departamento de Justicia.
Mike Pompeo, director de la CIA. Es principal asesor del presidente y del Consejo de Seguridad Nacional, agencia extranjera y nacional.
Rick Perry, secretario de Energía. Ex gobernador de Texas. Será el responsable de la política energética de EEUU.
Wilbur Ross, secretario de Comercio.
Steven Mnuchin, secretario del Tesoro.
Tom Price, secretario de Salud. Tiene una propuesta para sustituir el Obamacare, el plan de salud del ex presidente: el Empowering Patients First Act.