Los líderes del G20 avanzaron ayer en Antalya en el frente diplomático sobre Siria y prometieron luchar contra el Estado Islámico hasta eliminar la “cara del mal”, según la expresión empleada por Barack Obama.
“Estamos unidos contra esta amenaza”, declaró el presidente estadounidense. Los yihadistas del EI son “la cara del mal. Nuestra meta (...) es reducir y luego destruir este grupo bárbaro”, dijo al término de una cumbre de dos días del G20 en el suroeste de Turquía.
Los sangrientos atentados del viernes en París, reivindicados por el EI, volvieron más urgente hacer un frente común contra el terrorismo y avanzar en la resolución del conflicto sirio, donde los yihadistas están implantados.
“El mundo entero siente que esto también le puede pasar”, dijo el ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, en alusión a los ataques que dejaron 129 muertos y más de 350 heridos.
El grupo yihadista también se adjudicó los atentados del pasado jueves en Beirut (44 muertos) y su brazo egipcio reivindicó haber provocado la caída del avión ruso en el Sinaí el pasado 31 de octubre (224 muertos).
Concretamente, sin embargo, el G20 se limitó a afirmar que reforzará su cooperación frente a la circulación “creciente” de “terroristas extranjeros”, luchará contra la propaganda en internet, la financiación del terrorismo a incrementará la seguridad aérea.
Pero un encuentro entre Obama y su homólogo ruso, Vladimir Putin, aliado del presidente sirio Bashar al Assad, permitió dar los primeros pasos hacia un entendimiento entre ambos países, claves para poner fin al conflicto sirio.
Ambos líderes mantuvieron el domingo una inesperada reunión informal, en la que acordaron impulsar una transición política dirigida por los sirios, precedida de negociaciones bajo la mediación de la ONU.
Una reunión internacional el sábado en Viena, liderada por Estados Unidos y Rusia, ya permitió establecer un calendario para ese proceso político.
"Hemos empezado a ver algunos progresos modestos en el frente diplomático", se felicitó Obama. Sin embargo, no todas las diferencias fueron solventadas, ya que Rusia sigue rechazando la partida inmediata de Assad.
Putin dijo ayer que los atentados de París le dieron la “razón” cuando pidió “una coalición antiterrorista”, algo que los occidentales y los países árabes rechazan mientras Assad siga en el poder.
El presidente francés, François Hollande, que no asistió a la cumbre a raíz de los atentados, dio señales de su disposición a actuar.
“En los próximos días me reuniré con el presidente Obama y con el presidente Putin”, dijo, “para unir nuestras fuerzas y alcanzar un resultado que tarda demasiado en llegar”.
Por otro lado, Obama se sumó a los llamamientos de varios países europeos al defender que no se deben cerrar las puertas a los refugiados por temor a atentados terroristas.
La canciller alemana, Angela Merkel, cuyo país acogerá este año a casi un millón de refugiados, anunció la celebración de una conferencia humanitaria sobre los migrantes sirios en febrero en Londres.
Comprometidos con la Cumbre del Clima
A dos semanas de la COP21 en París, los países del G20 se comprometieron ayer a tratar de lograr un acuerdo que limite el calentamiento global a 2ºC, pero las negociaciones se anuncian arduas en cuestiones clave como el financiamiento.
Los líderes mundiales ambicionan un acuerdo, ya sea un “protocolo, otro instrumento legal o un acuerdo con valor jurídico”, “aplicable” a todos los países, que permita evitar los efectos catastróficos del cambio climático, según una declaración de su cumbre en Antalya (Turquía).
La UE, encabezada por Francia, que acogerá la conferencia de la COP21 entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre, presionó a otros países reticentes, como India y Arabia Saudí, para que aceptaran incluir en el texto la meta de los 2ºC, según varias fuentes.