El G20, reunido este fin de semana en la ciudad australiana de Brisbane, reconoció en su declaración que hay que cerrar las lagunas para impedir que los fondos especulativos o “buitres” se aprovechen en los procesos de reestructuración de la deuda como pedía Argentina.
Los mandatarios de las principales economías del planeta pidieron que se “refuercen las cláusulas de acción colectiva y 'pari passus'” en la suscripción de deuda, según el comunicado final.
Con esta modificación, los procesos de reestructuración de la deuda se podrán hacer de manera ordenada y previsible.
Asimismo exhortan a la comunidad internacional y al sector privado a fomentar su uso y encargan a sus ministros de Finanzas y gobernadores de Bancos Centrales a revisar los avances.
"Estamos tremendamente conformes con este punto", dijo el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, a la prensa al término de la reunión del G20.
Según el ministro, se trata de la primera vez en la historia del G20 que la cuestión de la reestructuración de deuda soberana se plantea en el comunicado general y en un anexo del mismo.
Con la alteración de la “cláusula pari passu” se acepta el principio de que todos los acreedores deben ser tratados de la misma manera en caso de reestructuración, “en base igual o proporcional”.
La otra cláusula que los mandatarios piden introducir es forzar a los “holdouts” (inversores que rechazan la negociación) a que acaten la reestructuración que ha aceptado la mayoría de acreedores.
“La litigiosidad” que plantean los fondos especulativos y fondos "buitres" como son conocidos en el país sudamericano, “es reconocida como un problema a tratar y se dan instrucciones a los ministros de Economía y presidente de los Bancos Centrales para que trabajen (...) el tema y aporten una recomendación al respecto”, explicó.
Por “instrucciones de la presidenta argentina”, Cristina Kirchner, que no pudo participar en la reunión del G20 debido a un problema de salud, Kicillof habló ante los mandatarios del G20 sobre la incidencia de la deuda en el estancamiento de la economía mundial.
Brasil y Francia propusieron este tema en la reunión de ministros de Economía del G20 en setiembre en Cairns (Australia) al considerar que el tipo de crisis que provocan los fondos 'buitres' pueden tener implicaciones sistémicas.
La deuda, un lastre
Los países que más dificultades tienen para salir de la recesión son "los más endeudados" con relación al PBI, recordó el ministro de Economía argentino.
El ministro, que ha representado en esta reunión, junto con el canciller Héctor Timerman, a la convaleciente presidenta Kirchner, no escondió su satisfacción de que Argentina hubiera hecho “la denuncia sobre el accionar de los fondos buitres” y que lleva el mensaje de que los países ponen “límite” a los especuladores, así como a los paraísos o guaridas fiscales.
“Quedó taxativamente planteado”, aseguró tras recordar que el caso argentino ha servido para cambiar las emisiones de deuda soberana.
Para la Argentina, “es acuciante que toda la comunidad internacional se pronuncie sobre esta cuestión y queden señalados los fondos buitres como un elemento especulativo del sistema financiero con vistas de lo que pueden ser procesos de reestructuración de deuda a futuro”, dijo.
Y es que, según el ministro, 3 billones de dólares invertidos en deuda soberana podrían verse afectados por acciones de los fondos ‘buitre’ en caso de reestructuración.
Argentina está inmersa en una batalla legal con fondos especulativos en tribunales de Estados Unidos luego de que el juez federal de Nueva York Thomas Griesa obligara a pagar el 100% de una deuda de 1.330 millones de dólares a uno de ellos, que integra el 7% de los que rechazaron el canje de 2005 y 2010, tras ser aceptado por el 93% de los acreedores en default desde 2001.