La tecnología va mucho más allá de los smartphones, tablets y electrodomésticos que consumimos día a día. De hecho, el exceso de estos productos implica un gran y negativo impacto para nuestro planeta.
Es por este motivo que científicos de distintas partes del mundo están investigando como aprovechar al máximo los recursos de los que disponemos y desarrollar reemplazos ecológicos a las tecnologías que ya usamos.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Utah está haciendo algo increíble: pueden convertir los desechos de comida y gaseosas en luz. Un avance como este podría revolucionar la forma en la que los equipos electrónicos consumen y administran la energía que los hace funcionar. ¿Cómo lo logran?