El futuro ya está aquí: pantallas interactivas

El afianzamiento de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana de las personas ha obligado a los productores de televisión a aggiornarse para mantener a sus audiencias fieles y enganchadas. Cómo interacciona el telespectador con sus programas favoritos.

El futuro ya está aquí: pantallas interactivas
El futuro ya está aquí: pantallas interactivas

Hubo un tiempo en el que uno le hablaba a la tele sin esperar respuesta. ¿Se acuerda de El Tano Pasman, aquel hincha de River que mientras su equipo descendía de categoría hacía una súper catarsis frente al televisor? Si no lo vio, todavía puede encontrarlo en YouTube.

Pero apúrese, porque se trata de un documento histórico. La hilarante escena de Pasman ilustra, con mucho humor, la experiencia de ver tele de un pasado no muy lejano que tiende a transformarse radicalmente.

Hasta no hace mucho, cuando alguien quería “comunicarse” con la gente “dentro” de la pantalla sólo podía hacerlo llamando por teléfono si había un número disponible, o cómo lo hace el hincha en ese video, en un claro camino de ida, sin retorno.

Desde hace algunos años, con la irrupción de las redes sociales, los teléfonos inteligentes y las tabletas, la práctica de ver televisión se ha vuelto más interactiva para el televidente y ha supuesto un gran desafío para los productores de contenido a la hora de mantener a las audiencias enganchadas, conectadas, comunicándose.

Los números echan luz sobre algo que se ha vuelto cotidiano: más de la mitad de las personas que miran tele interaccionan al mismo tiempo a través de otra pantalla, en especial compartiendo impresiones vía Twitter, pero también buscando información sobre el show que se está viendo, o incluso consultando sobre algún aviso publicitario.

Si las cadenas estaban pendientes del bendito rating para tomar decisiones relevantes sobre sus productos, hoy la mirada se desvía hacia las redes sociales, que no sólo aportan numerología sino también datos de orden cualitativo sobre los receptores.

El caso de la serie “Breaking Bad” es un claro ejemplo de esta dualidad. Mientras que el rating clásico superaba los 10 millones de televidentes en los Estados Unidos durante la emisión de su último episodio en setiembre del año pasado, Twitter contaba 9 millones de menciones sobre el tema.

Algo similar ocurre con eventos destacados como el Super Bowl o las ceremonias de premios a la industria del cine. Sin ir muy lejos, recordemos la famosa selfie que la anfitriona Ellen DeGeneres propuso en la entrega de los Oscar y que fue la más retuiteada de la historia.

Cuenta la leyenda que fue la empresa de telefonía Samsung la ideóloga de esa imagen, pero si fue una estrategia comercial o simple espontaneidad, no hizo más que popularizar la tendencia no sólo de autofotografiarse, sino también de invitar a la audiencia a interaccionar con ese retrato.

¿Y por casa...?

Volcado al terreno local, las selfies vía Twitter son ahora una de las herramientas que usa Marcelo Tinelli en su “ShowMatch” para que los televidentes participen del programa en tiempo real, por ejemplo, eligiendo entre el Oso Arturo y Monchito, una de las grandes encrucijadas que propuso una de las emisiones del ciclo de entretenimiento.

Asimismo, se imponen los programas de debate en los que los litigios entre dos periodistas se presentan con pantalla dividida, con un hashtag correspondiente y un contador de tuits, que dan cuenta de la intervención del público a favor o en contra de un tema.

Las selfies también fueron la vedette de la entrega de los premios Martin Fierro este año con una novedad. El Trece incorporó el Twitter Mirror, una tableta que retrataba a los famosos de manera espontánea en la alfombra roja y el backstage del evento.

Esas fotos iban a una cuenta oficial del canal en la red social y luego se desparramaban como pólvora en el espacio virtual. Desde su casa, el público elegía su vestido favorito, su pareja favorita, su figura favorita y, como quien no quiere la cosa, le ponía onda a un evento que suele ser soporífero para el que sólo lo mirá por tevé.

Las interacciones no se quedan sólo ahí. Las entrevistas con los artistas favoritos hoy prácticamente no necesitan mediadores. Las grandes producciones de tevé realizan sesiones de preguntas y respuestas con los protagonistas vía Twitter.

El usuario envía su pregunta y recibe la confesión en tiempo real. Y ni qué hablar de los perfiles digitales de personajes de ficción que pueblan el mundo virtual y que suman adeptos por doquier.

Pantalla interactiva, el futuro ya está aquí. Ahora, ¿se imagina a El Tano Pasman con un teléfono conectado a Twitter viendo Fútbol de Primera? Tal vez no sería tan divertido.

Contacto directo

El rating en Twitter. Como ya ocurre en los Estados Unidos, Ibope se alió con la plataforma de microblogging Twitter para lanzar el año que viene en la Argentina el Ibope Twitter TV Ratings (ITTR), una herramienta que mide la repercusión del contenido televisivo en el ambiente digital.

Es decir, a través de este instrumento, que también desembarcará en países como Colombia y Brasil, se puede evaluar el impacto de la programación de la televisión sobre la base de los tuits que se generan en la red social.

El servicio será “una métrica estandarizada del alcance que busca medir el impacto de la programación y de la interacción de los televidentes sobre la base de conversaciones relacionadas con la TV en Twitter para apoyar las estrategias de los anunciantes y las estaciones de televisión”.

Se espera que los datos puedan ayudar a emisoras a definir contenidos y a los publicistas a constatar lo efectivo de sus campañas.

Selfies para todos

La moda de las selfies está lejos de agotarse. La práctica no es novedosa, se viene instalando desde hace tiempo en especial a través de las cuentas personales de las celebridades, que no temen comunicar sus novedades desde las redes sociales y acompañarlas con alguna imagen.

Pero desde que Ellen DeGeneres sacó esa famosa foto en los Oscar, la selfie se ha vuelto un recurso muy utilizado por distintos programas de televisión.

Marcelo Tinelli es el último en incorporar la tendencia a la pista de baile de “ShowMatch”, generando una nueva vía de comunicación con la audiencia de su programa, por el que pasan numerosos famosos.

Las selfies también fueron protagonistas de la última entrega de los premios Martín Fierro desde el Twitter Mirror ubicado en la alfombra roja. Vía red social la gente podía elegir al “Mejor vestido” y otras propuestas que hizo el canal para amenizar la ceremonia, que no siempre es de lo más entretenida.

Ficción extendida

Algunos shows extienden también sus historias a la red social y crean perfiles digitales de sus personajes para interaccionar en el espacio virtual. El año pasado un ejemplo de ello se vivió con los personajes de Marcos y Victoria de la novela “Dulce amor”, que profundizaban su vínculo romántico de la pantalla en mensajes de 140 caracteres.

A tal punto llegó la euforia de los fanáticos y la confusión entre ficción y realidad, que comenzaron a trascender rumores que vinculaban a los actores reales en un amorío, negado a posteriori por ambos.

Hoy, la tira de Pol-ka “Guapas” ha llevado a Rubén Donofrio (el personaje antigalán de Alberto Ajaka) a perseverar en su amor por Mey (Carla Petersen) y a la conflictuada Laura Luna (Isabel Macedo) a hacer catarsis sobre sus frustraciones maritales, todo vía Twitter.

Imagen dividida

¿Se acuerda cómo eran los debates televisivos hace años? Se planteaba un tema para debatir y se invitaba a personajes con conocimiento de la problemática para profundizar sobre las posibles soluciones.

Hoy por hoy, poco ha cambiado, pero a esa metodología se agrega ahora el televidente, que puede emitir su juicio vía Twitter.

Algunos ciclos proponen una pantalla dividida que, en cada fragmento, muestra a un expositor y su correspondiente hashtag alusivo (etiquetas que se utilizan en las redes sociales para englobar una temática).

Todo espectador con algo para opinar, con una postura a favor, puede sumarse vía mensaje de 140 caracteres y contribuir a una causa. En rigor, los hashtags se incorporan a la pantalla desde hace rato y contribuyen a marcar tendencias e instalar diferentes temáticas en la red social.

Preguntá lo que quieras

Además de las clásicas conferencias de prensa, muchas producciones cinematográficas y televisivas han comenzado a entablar diálogo directo con los fanáticos vía Twitter.

En esta suerte de entrevistas, denominadas “Q&A Sessions” (sesiones de preguntas y respuestas), celebridades de distintos ámbitos se someten a las consultas realizadas por los usuarios vía Twitter o alguna otra plataforma.

Por ejemplo, la serie de HBO “Juego de tronos”, realiza cada tanto una ronda con un personaje en particular, con productores, escritores y hasta con el mismísimo autor de los libros en los que se adapta la saga.

Unos días antes del episodio “La montaña y la víbora”, los usuarios pudieron sacarse las dudas con Pedro Pascal, el actor de origen chileno que personifica a Oberyn Martell en el programa.

La metodología no es sólo propia de lo ficcional, se extiende a programas de diferentes características como políticos, noticiosos o de opinión.

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