El resultado de las elecciones en los Estados Unidos lo evaluamos en la Argentina con ojos políticos locales. En la política argentina no nos extraña que un nuevo presidente haga un giro de 180° con lo que estábamos viviendo, pero eso es imposible en la política yanqui.
En el Congreso de los Estados Unidos no se levantan las manos porque alguien lo ordene; tanto los senadores como los representantes (diputados) responden directamente a quienes los votaron y se mantienen dentro de sus partidos, pero no a ciegas.
Ese cambio local que puede llegar a 180° no es más que un cambio de, a lo sumo, 30° o 35° en el Norte. Ningún presidente ya electo pudo seguir adelante con todo lo que ofreció durante la campaña. La diplomacia argentina deberá tener eso en cuenta.
Ricardo Santos
DNI 4.255.186